Manuel Ranoque, padre de los cuatro niños perdidos en las entrañas de la selva guaviarense, se ha sumado a las labores de búsqueda emprendidas por algunos de los integrantes de las comunidades indígenas en la zona, junto al escuadrón de búsqueda del Ejército Nacional, que ya suma 150 uniformados, y quienes esperan dar con el paradero de los hermanos Lesly y Soleiny Mucutuy; y Tien Noriel y Cristin Ranoque Mucutuy, quienes ya completan 19 días desaparecidos.

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Es así que en las últimas horas, y en agradecimiento a la labor de los uniformados, les envió una voz de aliento y agredeció su labor incansable durante todos estos días. “Con mucha fuerza espero que pronto encuentren a los niños, que muy pronto los puedan traer a casa. Agradeciéndole a todas las unidades a las fuerzas militares, les envío mi voz de mando para que pronto encontremos a mis hijos”.

Ranoque es gobernador de la comunidad Puerto Sábalo Los Monos, del pueblo Uitoto, tuvo que huir de su comunidad hace más de un mes, a raíz de las amenazas que recibió contra su vida y la de su familia, por parte de grupos armados ilegales. Primero viajó él, y días más tarde lo hizo su esposa y sus cuatro hijos, quienes el 1 de mayo subieron a una avioneta desde Araracuara con destino a San José del Guaviare.

Horas más tarde, a través de las noticias nacionales, se enteró de que el vuelo en el que iban sus familiares presentó una falla en el motor, mientras sobrevolaban el Caquetá, sobre el río Apaporis, y pese a las maniobras del piloto, la avioneta se cayó y quedó atrapada entre la selva; y dos semanas después que Hernando Murcia Morales piloto, Hernán Mendoza Hernández copiloto y otro de los líderes de la comunidad indígena, y Magdalena Mucutuy madre de los cuatro niños, no sobrevivieron al accidente. Sus cuerpos se encuentran en Villavicencio, y fueron entregados a Medicina Legal.

En un gráfico revelado por las Fuerzas Militares, comparten el rango de búsqueda de la “Operación Esperanza”, nombre que le han dado a la labor que tiene al país, a uniformados y pueblos indígenas, sumando esfuerzos para dar con los cuatro niños. “En esta gráfica se muestra un comparativo del área en donde se realiza la Operación Esperanza en la selva del Caquetá y Guaviare la cual corresponde a un 80 % del área urbana de Bogotá”

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Además, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) creó unos kits de supervivencia diseñados para los menores, los que serán arrojados en diferentes puntos de la selva, con la esperanza de que puedan ser hallados por los cuatro niños. Las pequeñas maletas contienen dos botellas de agua, dos sueros, alimentos, bengalas y silvatos.