Tras la reunión del presidente Petro con el director de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), William Joseph Burns, en la Casa de Nariño, también se reunió con varias organizaciones campesinas, a quienes citó para tener una mesa de trabajo sobre sus necesidades y el desarrollo rural del país.

Desde el Gobierno no solo estuvo el presidente, sino también la ministra de Agricultura Cecilia López; el senador del Pacto Histórico Iván Cepeda; el alto comisionado para la Paz Danilo Rueda; el director de la Agencia Nacional de Tierras Gerardo Vega y, funcionarios del Ministerio del Interior.

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Los puntos más importantes que se trataron en la reunión fueron la reforma rural gobiernista y el llamado a una Convención Nacional Campesina. “Me reuní con las organizaciones campesinas de Colombia. Abordamos la citación a una Convención Nacional Campesina para desarrollar la Reforma Agraria Integral”, dijo el presidente Petro sobre esa reunión.

Esa Convención tendría como objetivo fortalecer el trabajo entre Gobierno y campesinado para la materialización de esa “Reforma Agraria Integral”, continuar con el reconocimiento de los campesinos como sujeto de derechos y trabajar por el fortalecimiento de las Juntas de Acción Comunal (JAC).

Recordemos que el partido de Gobierno Pacto Histórico buscar la aprobación de un proyecto en el Congreso que quiere darle al campesinado el estatus de sujeto de especial protección ante la Constitución Política.

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Igualmente, el Gobierno se comprometió a garantizar tierras, derechos y a profundizar en el empoderamiento del campesinado para “construir y fortalecer el poder popular”.

Respecto a los proyectos, se le pidió a los campesinos integrarse y dar apoyo a esas iniciativas: “una convocatoria a la unidad nacional del movimiento campesino para defender las reformas que propone el gobierno”.

Rafael Guerrero Tapia, representante de la organización “Baluarte campesino” dijo que “el señor presidente nos pidió que nos organizáramos, que nos uniéramos las diversas organizaciones campesinas, que estamos divididas, separadas, enfrentándonos unos a otros. No hay sujeto político y social que incida en la reforma. Si el campesinado no está organizado, que sea fuerte en los territorios, no habrá reforma agraria”.

“Hablamos de la producción, de la tierra, de la articulación del movimiento campesino, somos la población mayoritaria tanto en el campo como en la ciudad. Vamos a acompañar autónomamente al Gobierno en la exigibilidad de nuestros derechos integrales, pero haciendo acompañamiento en la construcción de políticas”, dijo Cecilia Mendoza, líder de la Asociación Nacional Campesino.

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Por otro lado, también hablaron de la compra que está adelantado el Gobierno por 3 millones de hectáreas de tierra a la Federación Nacional de Departamentos (Fedegán): una propuesta que lo campesinos vieron con buenos ojos.

Sin embargo, “abogamos para que en el Fondo de Tierras estén presentes las organizaciones campesinas vigilando, direccionando e incidiendo en la forma de cómo se van a adquirir y cómo se van a adjudicar”, agregó Guerrero.