Gustavo Petro, este miércoles, estuvo en el Consejo de Seguridad desde el departamento del Meta. Allí, comió con la tropa en los lugares previstos para los soldados rasos.

Desde ese punto y a través de su cuenta de twitter lanzó una propuesta que todavía se debe desarrollar, pero que pone en el centro del debate y la función pública al pueblo llano, al de a pie, al que Francia Márquez llamó ‘los nadie’.

Petro dice en su cuenta de Twitter: “Anoche en el Consejo de Seguridad del Meta, plantee la construcción de una fuerte alianza Estado/campesinado, ejército/campesinos, que es un verdadero blindaje contra la violencia. Revivir el plan de sustitución y una nueva relación entre la familia campesina y la selva”.

Pero qué significa esto. No lo sabemos aún, pero el mensaje es claro. Quiere devolverle la legitimidad a una institución que no la tiene, o que por lo menos la tiene muy baja. La aceptación del pueblo, de los campesinos con el Ejército Nacional es prácticamente nula. También hay una palabra clave: plan de sustitución.

“¿Vamos a esperar que otro millón de latinoamericanos caigan asesinados y que se eleven a 200.000 los muertos por sobredosis en Estados Unidos cada año? O más bien, cambiamos el fracaso por un éxito que permita que Colombia y Latinoamérica puedan vivir en paz!”

El Gobierno de Gustavo Petro ha sido cauto con este tema. Además no sabemos muy bien qué sucederá con Programa Nacional Integral de Sustitución (PNIS), pero ya sabemos que está estudiando a fondo el cómo llegar a trabajar de la mano con los ‘campesinos cocaleros’ y el Ejército Nacional para “revivir el plan de sustitución y una nueva relación entre la familia campesina y la selva”.

Lo que sabemos hasta ahora del Programa Nacional Integral de Sustitución (PNIS) que ha planteado Gustavo Petro es que existía la necesidad de “encontrar una alternativa” para dar respuesta a las familias campesinas cocaleras, sin descartar arrancar de ceros con una nueva estrategia.