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Redactor     Nov 28, 2023 - 5:44 pm

Tal situación, en su momento, dio cuenta de la tensa relación entre Gustavo Petro y Claudia López, ya que la alcaldesa le dio al Gobierno (a través del ICBF) el manejo del Centro de Justicia Penal Restaurativa, en Campo Verde, en Bosa, pero el presidente le hizo el feo y lo rechazó.

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Claudia López señaló que el centro de justicia busca resocializar a los menores de edad infractores y vinculados a la comisión de cualquier delito; sin embargo, el presidente declinó el ofrecimiento, no recibió la estructura construida por el Distrito y se mantuvo firme en su política de no recluir a jóvenes que delincan.

En aquella oportunidad, después del consejo de seguridad adelantado el pasado 28 de septiembre, Claudia López se mostró decepcionada, pero aceptó la negativa del Gobierno Nacional:

“Nos ha notificado hoy el ICBF [que] con los impuestos de los bogotanos, en Bosa, en Campo Verde, se construyó un centro de justicia penal restaurativa para jóvenes, que tiene 200 cupos disponibles para jóvenes que delinquen; los jueces les imponen una medida privativa de la libertad y se cumplen en este tipo de establecimientos. El ICBF nos ha informado hoy que siguiendo la directriz de la política nacional no recibirá el complejo de justicia penal restaurativa de Campo Verde”.

La alcaldesa señaló que el ICBF argumentó que la política del Gobierno “no es que los jóvenes sean privados de la libertad, sino que haya procesos de reconciliación”, por lo que el no de Petro fue rotundo.

Si bien López trató de bajar la tensión, y calificó el hecho como “un amable desencuentro”, dejó ver su molestia, ya con la obra lista para entregar:

“Yo no comparto esa decisión, pero la asumo. Le he agradecido a la señora directora del ICBF porque Bogotá lleva un año con ese establecimiento terminado sin poderlo poner a funcionar porque depende de que el ICBF nos lo reciba”.

La alcaldesa siguió con su discurso para, aparentemente, bajar los ánimos: “Yo le agradezco en todo caso a la directora del ICBF [Astrid Cáceres] su franqueza”, dijo en su momento, y le pidió a la funcionaria que le notificara por escrito la determinación para darle otro uso al centro de justicia.

Acá puede ver cómo fue la entrega del centro de justicia Campo Verde:

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Si bien el encuentro sucedió hace un mes y las declaraciones de la alcaldesa fueron publicadas en su momentos, este lunes 27 de noviembre se revivió el video de la rueda de prensa y se hizo viral en redes sociales. 

Acá, la declaración:

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Una de las razones por las que la decisión del Gobierno retomó protagonismo es su costo, pues Campo Verde tuvo una inversión de 74.000 millones de pesos. 

Además, según las proyecciones oficiales, iba a beneficiar a más de 2,5 millones de personas de Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar, pues tiene unos 12.624 metros cuadrados construidos, además de 6.830 metros de espacio público.

Con esas características, para muchos es impensable que el presidente le haya sacado el cuerpo al centro de justicia, pues la inseguridad sigue siendo uno de los pendientes tanto del Gobierno como de la Alcaldía de Bogotá. 

De hecho, este 28 de noviembre, Alejandro Peláez, antiguo subsecretario de Acceso a la Justicia en Bogotá y quien estuvo durante la construcción del complejo, fue uno de los que reaccionaron al video y le pidió al presidente que conozca los centros de atención de otros lugares del país y los compare con el de Bosa.

Resaltó que el complejo construido en Bogotá fue un regalo, y que es un despropósito dejarlo de lado.

Gustavo Petro, pendiente como siempre de sus redes, apenas minutos después, le contestó a Peláez y sostuvo que los menores de edad no deben estar presos. 

Con el tema revivido esta mañana y la respuesta de Petro, Peláez fue entrevistado en Blu Radio y señaló que Campo Verde ofrece varios servicios y no se trata de una cárcel, ya que también hay una casa de justicia una unidad de reacción inmediata y un centro de atención especializado para adolescentes y jóvenes que han cometido algún delito.

Este es el diálogo con esa emisora:

Peláez reforzó su mensaje y dijo que Campo Verde no es una cárceles “como la de los los adultos” y tampoco implica un castigo como con cualquier criminal, sino que busca un trabajo más pedagógico, lo que en teoría, ayudaría a la visión del presidente.

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