David Markus, abogado de Rodríguez Orejuela, de 81 años, hizo esta semana esa solicitud al tribunal del distrito sur de Florida, según consta en el registro judicial.

Markus señaló que aunque las autoridades sostienen que la cárcel de Butner es el lugar más seguro de Carolina del Norte ante la pandemia, la realidad es que “las prisiones son literalmente el peor lugar”: “Los guardias y empleados siguen todavía entrando a la prisión y si algunos de ellos propaga el virus, lo que es inevitable, los presos enfermos, los vulnerables y los más mayores como Gilberto probablemente morirán”, señala el abogado en su petición.

Markus acompaña la solicitud de datos sobre la expansión del coronavirus en Carolina del Norte, pronósticos de epidemiólogos y un comunicado de una organización de fiscales sobre los peligros del virus en los reclusos, entre otros documentos de apoyo. “A los 81 años y con graves problemas de salud, Gilberto Rodriguez-Orejuela está en un riesgo muy alto (…) de contraer el virus”, agrega.

Markus recuerda que Rodríguez Orejuela no fue condenado a muerte en 2006 sino a 30 años de prisión y reitera su petición de una libertad anticipada por “compasión” para el antiguo capo.

Gilberto Rodríguez Orejuela, que ha padecido dos cánceres, de cólon y próstata, fue uno de los jefes y fundadores del Cartel de Cali, liderazgo que compartía con su hermano Miguel, en la mayor época de violencia por narcotráfico en Colombia.

Gilberto Rodríguez Orejuela

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Markus ya había reclamado al juez Federico Moreno, del Distrito Sur de Florida, la libertad anticipada acogiéndose a una nueva ley federal de reducción de penas. En febrero pasado, cuando presentó dicha solicitud, Markus declaró a Efe que el sistema actual “permite que los jueces sean compasivos y eso es lo que estamos pidiendo aquí”.

En esa petición, a la que tuvo acceso Efe, se señalaba que “es muy posible que (Gilberto Rodríguez Orejuela) tenga una enfermedad terminal”. También subraya que el recluso ha sido sometido a cirugías y a quimioterapia y ha tenido dos ataques al corazón, el último de ellos en 2010, tras el cual le pusieron un marcapasos. Además, sufre depresión y ansiedad, entre otras dolencias, según el abogado.

La idea es que Gilberto Rodríguez Orejuela viva con su esposa, Myriam Rodríguez, y su hija de 54 años, Alexandra Rodríguez, en Bogotá.