La vicepresidenta Francia Márquez aterrizará este miércoles en suelo africano. Junto a una comitiva de más de 50 personas, visitará Sudáfrica, Kenia y Etiopía hasta el próximo 18 de mayo. El viaje, al que durante el último mes le han llovido críticas desde la oposición, es clave para la política exterior del Gobierno de Gustavo Petro.

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El grupo que acompaña a Márquez está compuesto por un puñado de miembros del Gobierno, cuatro congresistas, delegados de siete cámaras de comercio, nueve empresarios y cinco líderes sociales y étnicos. La composición de dicha comitiva responde a los principales intereses de la misión: comerciales y culturales.

El objetivo, según ha expresado el Gobierno y como quedó plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo, corresponde a consolidar la estrategia África 2022 – 2026, que “buscará un acercamiento sin antecedentes al continente africano, a través de la profundización de relaciones y el aumento de su presencia con la apertura de nuevas embajadas”.

El viaje tiene sustento en el decreto 1874 de 2022, en el cual el presidente Petro estableció las funciones de Francia Márquez. En el artículo siete de dicho documento, se establece: “Confiar a la vicepresidenta de la República la misión de coordinar interinstitucional e intersectorialmente las tareas del Gobierno Nacional en las relaciones con el movimiento afrodescendiente e indígena a nivel internacional y colaborar con las tareas y responsabilidades frente a las instancias multilaterales encargadas de estos asuntos”.

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Esta misión diplomática es quizá la que más se ha criticado desde que inició el actual Gobierno. Los cuestionamientos iniciaron desde principios de abril cuando se supo que iría en un avió de la Fuerza Aérea y el último fue esta semana alrededor del costo del combustible para los traslados: más de $ 1.600 millones.

Precisamente este martes, el presidente Gustavo Petro salió en defensa del viaje y cuestionó el fondo de las críticas: en respuesta a una nota periodística que reseñaba el costo de la jornada, escribió: “El mensaje subliminal en esta noticia es que sí se puede ir a Europa pero no a África”. Y cuestionó: “¿Por qué? ¿Porque la mayoría de su pueblo es negro? ¿Porque hay más pobres?”.

En ese mismo trino, aseguró que esas críticas obedecen a un “racismo puro y simple”. Según defendió el mandatario, “Colombia debe relacionarse con todo el mundo, con toda la humanidad. En nuestro país hay un pueblo negro y mulato, venimos de África también. Cultura e intereses nos juntan”.