Aunque no se ha oficializado su nombramiento, desde hace varios días se da por descontando la designación de Gilberto Rondón González como presidente del Fondo Nacional del Ahorro (FNA) en reemplazo de María Cristina Londoño.

El Partido Liberal, inconforme con haber adoptado al ministro de Justicia, el exmagistrado de la extinta Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura y Catalina Velasco, la ministra de Vivienda y quien se perfil como la más técnica del gabinete de Gustavo Petro, habrían pedido más representación en el gobierno pero con hoja de vida propia.

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En la baraja se sortearon varios nombres, entre ellos el de Rondón González, un abogado boyacense de 64 años cuyo título fue homologado en España. Además tiene un doctorado en derecho de la Universidad Complutense de Madrid. También cursó maestría en Derecho Público de la Universidad Externado de Colombia. Además, se graduó de una especialización en derecho constitucional de la Universidad de Salamanca.

Su trayectoria es de más de 37 años, especialmente en el sector público, que incluye el haber sido magistrado del Consejo Nacional Electoral, representante a la Cámara por Boyacá y concejal en varios oportunidades.

Rondón González también fue un asiduo visitante de los principales capos de la droga del cartel de Cali: los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, quien falleció el pasado 31 de mayo en una cárcel de Estados Unidos, mientras purgaba pena por narcotráfico.

Hermanos Orejuela
Hermanos Orejuela

Registros en poder de esta Agencia evidencian que el inminente nuevo presidente del Fondo Nacional del Ahorro visitó en varias oportunidades a Miguel Rodríguez Orejuela cuando estuvo recluido en el Pabellón de Alta Seguridad de la cárcel La Picota, en Bogotá.

Para ese momento el Inpec no estaba sistematizado, los ingresos se realizaban manualmente y quedaba consignado en la minuta número de cédula, firma y huella. Así ocurrió con las visitas de Gilberto Rondón.

En la minuta 284, que se abrió con 400 folios el 5 de febrero de 2003 para registrar el ingreso de notificadores, abogados, visitantes, conyugales y demás personal autorizado por la dirección del establecimiento penitenciario La Picota para ingresar al Complejo C.E.R de la penitenciaría quedó la primera visita de Rondón.

Esta se realizó el 24 de abril de 2003. Fue el octavo visitante que ingresó al pabellón de alta seguridad del penal y lo hizo apenas tres semanas después de la recaptura de Gilberto Rodríguez Orejuela el 12 de marzo de 2003.

Cuatro meses después, los mismos funcionarios, el dragoneante Martínez, el teniente Ospina del Inpec y el director del penal Jose Tovar abrieron un nuevo libro, la minuta 285 que quedó registrada en el periodo del 22 de agosto de 2003 al 22 de enero de 2004.

Allí en el folio 189, el 3 de diciembre de 2003 se registró el ingreso del abogado Antonio Francisco Cajeli Sarria a las 9:20 am a visitar a Gilberto Rodríguez Orejuela y salió a las 11:15 am. En la siguiente casilla quedó el nombre y la huella de Gilberto Rondón González a las 9:23 am quien salió a las 11:18 am.

Folio 1
Folio 1

Quince días después, el 18 de diciembre de 2003, en el mismo libro de visitas quedó consignado que a la misma hora que ingresó Antonio Francisco Cajeli Sarria a visitar a Gilberto Rodríguez Orejuela, también ingresó Gilberto Rondón. Estas visitas se realizaron en un momento procesal determinante para los jefes del Cartel de Cali.

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Gilberto Rodríguez Orejuela, oriundo de Mariquita (Tolima) fue el fundador junto con su hermano Miguel, José Santacruz Londoño y posteriormente Helmer Herrera del Cartel de Cali.

Desde que integró la banda delincuencial “Los Chemas” hasta que logró controlar más del 80% de la cocaína que se enviaba a Estados Unidos, pasó menos de una década.

El 9 junio de 1995 fue capturado en un lujoso apartamento en Cali, en una caleta ubicada detrás de un armario; lo había cercado la Policía Nacional comandada por el general Rosso José Serrano.

Folio 2
Folio 2

Dos meses después también fue capturado su hermano Miguel Rodríguez Orejuela. En noviembre de ese mismo año por los delitos de falsa denuncia, uso de documento público falso y tentativa de fraude procesal, la Fiscalía ordenó medida de aseguramiento.

El 6 de febrero de 1996 Gilberto Rodríguez Orejuela rindió indagatoria ante fiscales sin rostro sobre el proceso 8.000 y en los meses posteriores Miguel confesó su participación en el envío de 200 kilos de cocaína a Lousiana, Estados Unidos.

Un año después Gilberto fue condenado a 11 años de prisión y su hermano Miguel a nueve. Sin embargo, en segunda instancia su condena fue revisada y aumentada en 14 años.

En noviembre del año 2002, vino un choque de trenes. El entonces juez segundo de Ejecución de Penas de Tunja, Pedro Suárez Vaca, decretó la libertad de los hermanos Rodríguez Orejuela quienes habían sido trasladados de La Picota en Bogotá a Cómbita, en Boyacá, apenas dos meses atrás, el 13 de septiembre de 2002.

El togado consideró que cumplió con los requisitos objetivos de haber cumplido las tres quintas partes y el subjetivo el haber mantenido buena conducta y haber redimido pena.

Sin embargo, el entonces ministro del Interior Fernando Londoño ordenó no cumplir el fallo judicial hasta tanto no se pronunciarán el entonces fiscal Luis Camilo Osorio y el procurador Edgardo Maya y procedió a destituir al director de la cárcel de Cómbita Pedro Aranguren.

El entonces ministro argumentó que las semanas que llevaban en ese penal no eran suficientes para emitir un certificado de buena conducta de los jefes del cartel. Las críticas llovieron en su momento sobre el juez Suárez Vaca quien hoy es congresista por el Pacto Histórico.

En su momento Suárez defendió públicamente su decisión y argumentó que actuó apegado a la ley “actúe en derecho. En todo caso será el Tribunal de Tunja el que resuelva cualquier recurso que se interponga”, le dijo en su momento a los medios de comunicación.

Cuatro meses después, el 12 de marzo de 2003 fue nuevamente capturado Gilberto Rodríguez Orejuela, otra vez en Cali. Esta vez por los delitos de narcotráfico.

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Precisamente semanas después de esta recaptura, Gilberto Rondón quien en su formación académica no aportó especializaciones en penal, aunque en el perfil que entregó al portal Congreso Visible si aseguró que había sido penalista y defensor de derechos humanos. Inició las visitas a esta cárcel y puntualmente a Gilberto Rodríguez Orejuela hasta semanas antes de su extradición.

Para la fecha, los visitantes de estos capos de la mafia que en su momento doblegaron todas las instituciones y al país con su guerra en contra de Pablo Escobar, no fueron de público conocimiento.

Rondón siempre ha militado en el Partido Liberal. De hecho con el aval de ese movimiento logró una curul en la Cámara de Representantes y luego en el Consejo Nacional Electoral.

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En el año 2014 se daba por descontado que sería el nuevo contralor general de la República. Sin embargo, 24 horas antes de la elección por el Congreso en pleno, el gobierno de Juan Manuel Santos, le dio el aval a la candidatura de Edgardo Maya Villazón.

Ante la derrota Rondón fue contratista del Estado, en 2018 suscribió contratos por $1.080 millones con tres entidades entre esas Finagro y el Ministerio del Interior. Al respecto de sus visitas a los hermanos Rodriguez Orejuela y su designación en el Fondo Nacional del Ahorro, Rondón no se ha pronunciado.

Ahora parece ser el as bajo la manga del Partido Liberal para aumentar sus cuotas burocráticas en el gobierno nacional. Será clave en la ejecución de nuevas políticas de vivienda del gobierno del presidente Gustavo Petro.