Con base en eso y en la denuncia de la familia de la joven, que no cree que haya muerto de forma accidental, el ente acusador recopiló videos de seguridad e interrogó a quienes la acompañaban en la fatídica noche de comienzos de febrero del año pasado en que se produjo la ingesta de esas sustancias.

Pero, precisamente, con base en esas investigaciones, la Fiscalía tomó la determinación de archivar la investigación “porque no existía material probatorio que los vinculara directamente con un presunto caso de homicidio, no existían las pruebas para llevarlos a una imputación de cargos”, informó Caracol Radio.

Así terminaría más de un año y medio de esfuerzos de los abogados de la familia Cabrera, liderados por Jaime Granados, que primero intentaron probar que quienes acompañaban esa noche a María Andrea eran responsables porque habrían puesto metanfetaminas y éxtasis en los tragos que la joven consumió. Esa mezcla provocó finalmente su deceso.

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Al no poder probar tal señalamiento, ese equipo jurídico sostuvo después que los jóvenes Jaime Andrés Esparza, Luis Miguel Flórez y Mauricio Ladino, últimos en ver a la joven con vida junto con otras amigas, habrían cometido un homicidio por omisión.

En ese momento, los juristas sostuvieron que los acompañantes de María Andrea “tenían que actuar, llevarla a un centro asistencial. Estaban a 500 metros de la Clínica del Country y no hicieron nada para cumplir con su deber de cuidado de la joven. Ella necesitaba atención médica porque su vida estaba en riesgo”.

Ahora, con la decisión de la Fiscalía de archivar el caso, esos señalamientos quedan desvirtuados.