Caballero resalta que Duque pretende continuar la llamada “lucha frontal” contra el negocio de la droga en Colombia con el inminente regreso del peligroso herbicida prohibido en el anterior Gobierno.

Ante esta situación, el columnista pone como ejemplo a Afganistán, país que se negó al uso del glifosato pese a que Estados Unidos tiene una alta presencia de tropas de ocupación, algo que, según Caballero, no pudo hacer el actual jefe de estado, el fiscal general de la Nación, Nestor Humberto Martinez, y el ministro de Defensa, Guillermo Botero.

A estos funcionarios los acusa de ser “agentes de la DEA”. Y en calidad de tales gobiernan “guiados para combatir la producción de drogas que en norteamérica consumen pero no producen”.

El artículo continúa abajo

Caballero señala que la fumigación aérea con glifosato “viene del manejo que, por medio del fiscal general, tienen los Estados Unidos de la justicia colombiana”.

De ahí el manejo de las Fuerzas Armadas por intermedio del ministro Botero, dedicadas a combatir las mafias del narcotráfico. Y, por medio del presidente Duque y del canciller Holmes Trujillo, el manejo de la política exterior del país con todo el tema de Venezuela y del presidente interino de ese país, Juan Guaidó, concluye el columnista.