Claudia López recordó que el costo de tener el aeropuerto cerrado “es enorme”, pero sostuvo que era necesario para así lograr un mayor control sobre la COVID-19.
Así pues, advirtió que volver a operaciones estará sujeto a estrictos controles de bioseguridad que pidió respetar para hacerle frente al virus.
Fiel a su constante mensaje desde que empezó la crisis sanitaria, dijo que el coronavirus entró por El Dorado y agregó que la “relación de Bogotá con su aeropuerto ha sido dolorosa”.
López manifestó que la decisión se tomó “de acuerdo con los indicadores del Ministerio de Salud” y, conforme con dicho protocolo, se establecieron 3 rutas para adelantar la reactivación.
La primera ruta es de Bogotá a Cartagena y viceversa, la segunda es hacia Leticia y la tercera tiene como destino San Andrés.
La alcaldesa dijo que estas 3 ciudades estarán bajando el pico de contagio de coronavirus para la primera semana de septiembre, por lo cual fueron escogidas para el piloto de reapertura.
Cuidados estrictos
López dio a conocer que el protocolo de reapertura será evaluado cada 3 semanas y advirtió que los controles serán los mismos en la ciudad de origen y en la de destino.
“Cualquier ciudadano que tenga síntomas no podrá subirse al avión ni transitar por ningún aeropuerto, pues no se puede tomar ese riesgo”. aseguró
López expuso que se acordó con las aerolíneas, los aeropuertos y las secretarías de Salud hacer “un seguimiento de 10 días a cualquiera que se monte a un avión”, sin importar la ciudad.
Finalmente, la mandataria de los capitalinos descartó el uso de El Dorado para vuelos internacionales, con excepción de los viajes humanitarios o de carga.
Acá, la declaración de la alcaldesa:
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