El material audiovisual era grabado con agentes y personal civil en plena vía pública o en apartamentos y locales, con armas de fuego, carros y motos en movimiento para transmitir la idea de que los uniformados actúan eficientemente en la lucha diaria contra los criminales, informó el noticiero.
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Un testigo anónimo contó al noticiero que la orden de hacer estos videos provenía de la Seccional de Investigación Criminal. El objetivo era el de suministrar una buena dosis de espectacularidad y teatro a los supuestos operativos en los que la policía golpeaba a las organizaciones criminales, para que fueran transmitidos por los noticieros.
“Esa era una práctica muy común (…) ordenar ruptura de puertas, recaptura de los sujetos, agregándoles armamento y demás elementos para que fuera algo más mediático”, señaló el mismo testigo al noticiero que mostró apartes de un video publicado por la Policía en 2009.
Recientemente, algunos televidentes dejaron ver su enojo al comprobar que el video en donde se registra un operativo contra supuestos ladrones de relojes Rolex en Barranquilla, resultó ser un montaje.
Las inconsistencias eran muchas y evidentes. De hecho, el material que levantan los investigadores criminales ha sido utilizado como prueba en procesos judiciales. Algunos de ellos han sido rechazados por no tener validez documental.
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