La revista Semana entrevistó a varias personas que coinciden en que la policía antidisturbios se debe mantener, pues juegan un papel importante cuando de mantener el orden público se trata.

Además del de Bogotá, otro alcalde entrevistado por la publicación fue el de Cali, Maurice Armitage, que está de acuerdo con la función del Esmad, siempre y cuando se despliegue, únicamente, “en caso de protesta violenta, alteración del orden público, vandalismo, ataques a la fuerza pública, a los ciudadanos o a la propiedad pública y privada”.

Agente Esmad y Allison

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Lo que dice Armitage contrasta con lo que ha venido sucediendo con esta fuerza antidisturbios en casos como el del ataque que días después le ocasionó la muerte al estudiante Dilan Cruz y el de un joven durante las protestas del jueves 27 de noviembre en la noche, que permanece en una clínica del norte de Bogotá con pronóstico reservado, aunque este episodio sería porque el joven de 21 años se asustó por una bomba aturdidora mientras estaba en el puente y por ello habría caído.

Hugo Acero, experto en seguridad que trabaja con la alcaldesa electa Claudia López, le asegura al medio que la policía antidisturbios sí debe existir pero advierte que debe ser dentro del respeto a los derechos humanos y de manera profesional y que debe proteger a quienes marchan de forma pacífica.

Esmad

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Otro especialista en seguridad consultado por la revista, Jerónimo Castillo, defiende la permanencia del Esmad con este argumento: que el Esmad es uno de los escuadrones antidisturbios con los índices más bajos de “abuso de la fuerza letal” en América Latina.

Un comentario adicional de Castillo dice que desmontar el Esmad sería un error, pues dejarle esa tarea a la policía común sería entregar esa responsabilidad a agentes que no cuentan con el entrenamiento necesario para controlar desmanes y actos de vandalismo.