La funcionaria optó por dar un paso al costado luego de que estallara el escándalo de corrupción relacionado con los cementerios públicos de la capital colombiana, pues varios concejales le pidieron que dejara el cargo y esta optó por irse de manera irrevocable ante Claudia López, alcaldesa de la ciudad.

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La polémica gira en torno a una publicación de Cambio, revista que destapó una oscura práctica que se estaría llevando a cabo con tumbas y hornos crematorios.

Al parecer, hubo “sobornos de empresarios para quedarse con millonarios contratos y denuncias por profanación de tumbas y desaparición de cuerpos en hornos crematorios en los cementerios distritales de Bogotá”, detalló el medio.

En consecuencia, a Camacho no le quedó otra opción que apartarse; eso sí, sin aceptar responsabilidades sobre el tema, según lo consignado en su carta.

“No seré yo el instrumento que usen quienes, por costumbre, suelen ejercer estrategias sucias que definen claramente un ‘modus operandi’ que lamentablemente ha hecho carrera en nuestra sociedad”, escribió la mujer.

La funcionaria estuvo desde el 9 de enero de 2020 hasta la fecha al frente de la UAESP, ente encargado de los servicios como el aseo, el alumbrado y temas funerarios con los cementerios Central, de Chapinero, del Sur y El Serafín, etc.

Sin embargo, su permanencia se volvió insostenible, ya que todas las bancadas del Concejo se unieron para exigir que se fuera, como lo dijo la concejal María Victoria Vargas en declaraciones destacadas por Cambio.

“Están desapareciendo gente llevándola a unos crematorios. Realmente da susto, yo no puedo entender cómo Claudia López, que dice luchar contra la corrupción, esté callada”: señaló Vargas en plenaria del Concejo.

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Acá, la carta presentada por la funcionaria:

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