En diálogo con Q’HUBO, el afectado contó que hace 20 días estaba trabajando en el negocio de un tío, en la carrera quinta con calle 60 (Ibagué). “Era por la tarde, como es costumbre, atendía el estanco y llegó un hombre con el uniforme de una empresa de comunicaciones. Me habló de unas promociones que tenía, yo le presté atención y le di mis datos personales, nombre, número de teléfono, correo, entre otros. Me pareció una persona confiable”, dijo León.

Agregó que aproximadamente 15 minutos después de que el hombre salió del negocio, le sonó el celular y un supuesto asesor de la empresa le informó que se había ganado siete millones de pesos por tener más de cinco años con la misma tarjeta sim

“Me explicó que fuera de una vez a un corresponsal bancario a reclamar el premio. Yo hice lo que me dijo, no entiendo por qué”, indicó.

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Cuando llegó al corresponsal, le pasó el teléfono a la empleada del establecimiento y ella consignó 700 mil pesos en la cuenta que el supuesto empleado de Claro le dijo vía telefónica al estafado. Después, la cajera le pidió la plata al muchacho, pero él no tenía porque iba era a reclamar el supuesto premio y no a consignar dinero.

“Cuando volví a la realidad, estaba rodeado de los policías. La señora había llamado a los uniformados y ellos me iban a capturar. En ese momento no entendía de qué plata me hablaban.

La empleada me denunció por estafa y en los próximos días debo entregarle la suma que ella consignó, no obstante, el inconveniente es que no tengo todo ese dinero”, puntualizó.

Karen Tatiana León, madre de Wilson, cuestiona la actitud de la empleada del corresponsal. “Cuando uno va a consignar dinero, primero pasa la plata. No entiendo ella por qué hizo un giro sin tener la plata en la mano. Nos parece muy injusto.

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“A veces pensamos que ella es cómplice, pero a ciencia cierta no se sabe. Mi hijo ha ido varias veces a la Fiscalía a instaurar la denuncia y no lo han atendido. Además, no tiene el nombre de la persona que lo llamó, solo sabemos que la llamada la hicieron del número 300 2434047. Mi hijo escribió a ese WhatsApp y le empezaron a decir que eso le pasaba por “bobo, por mari***. No queremos que más personas caigan en esta modalidad”, expresó la mujer.