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Los extraños vínculos que el ciudadano panameño-estadounidense Juan Carlos Sibauste Aguilella tendría con supuestos delincuentes estarían relacionados con su asesinato dentro de la finca que compró a mediados de este año en Santa Bárbara, municipio del Suroeste antioqueño. Integrantes de una banda de Medellín, invitados por el mismo extranjero, estarían implicados en el crimen.
Durante la Noche de las Velitas, en la propiedad bautizada como Villa Sibauste, en la vereda La Primavera, hubo una celebración con varios invitados, entre los que estaban sus homicidas. Con el paso de la noche, los asistentes se fueron retirando, pero se quedaron allí algunas personas que, según las autoridades, en la madrugada del 8 de diciembre retuvieron a quien los había recibido como anfitrión.
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El comandante de la Policía Antioquia, coronel Carlos Andrés Martínez, relató que “estas personas, quienes serían integrantes de un grupo criminal de Medellín, fueron invitadas por él para una fiesta de las que hacía frecuentemente en esta propiedad”.
Los homicidas, que se presume serían por lo menos cuatro, comenzaron a torturar a este extranjero, de 58 años, y le pidieron información de dónde tenía su dinero y los objetos de valor, así como las claves de seguridad para salir de la propiedad.
El comandante de la Policía Antioquia explicó cómo había estructurado la víctima el ingreso de las personas a este sitio, ubicado sobre la vía a La Pintada-Medellín: “Tenía un sistema de seguridad robusto, al que solo él podía acceder usando sus huellas”.
“Se hurtaron los equipos celulares y las cámaras DVR con las que esta persona controlaba todo el sistema de seguridad de esta finca”, señaló el coronel Martínez.
Los delincuentes lograron huir, además, con televisores, joyas y otros objetos de valor; de sus dos perros, de nombre Roxy y Dana, no se sabe nada pese a los esfuerzos de las autoridades y familiares por ubicarlos.
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Las autoridades avanzan en las investigaciones para determinar si el extranjero tenía vínculos activos con esta organización criminal o solamente había establecido una cercanía pasajera, habida cuenta de que aunque hace tres meses residía de lleno en Santa Bárbara, ya había venido a Medellín en por lo menos dos ocasiones.
Después de residir gran parte de su vida en Miami, tras obtener la nacionalidad estadounidense, Sibauste decidió viajar por América Latina, donde principalmente visitaba México y Perú.
Pero, de acuerdo con lo conocido en sus redes sociales, fueron varios los viajes que hizo a la capital antioqueña, incluido uno en septiembre de 2022, tras el cual habría decidido organizar todo y radicarse en la ciudad o en algún municipio cercano. Fue ahí cuando escogió Santa Bárbara como su nuevo hogar.
Allí optó por montar un spa que adecuó con camas, bañeras y demás comodidades para que sus huéspedes, sin importar su lugar de origen, hicieran uso de los servicios. La fecha de inauguración estaba prevista, justamente, para hoy 15 de diciembre.
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Adicionalmente, según los reportes oficiales, el extranjero también invirtió en un apartamento en la exclusiva zona de El Laguito, en Cartagena, en agosto de este año, sector donde cada propiedad cuesta entre $ 600 millones y $ 1.000 millones.
Después de radicado en Santa Bárbara se dio a conocer en el pueblo y hasta habría dado apoyo económico para varios proyectos de los habitantes de la localidad, por lo que su muerte sacudió a toda la población.
Pulzo complementa:
El empresario panameño, de 58 años, mostraba en sus redes sociales su lujosa vida y además presumía que tenía mucho dinero.
La Dirección de Investigación Criminal e Interpol serán la encargada de confirmar los móviles que llevaron al asesinato del hoy occiso.
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