Duque defendió esa “efectividad” en reuniones con altos funcionarios del gobierno de EE.UU., como el secretario de Estado, Mike Pompeo, y la directora de la CIA, Gina Haspel.

“Creemos que es de suma importancia que podamos afrontar una difícil situación de crecimiento exponencial de cultivos ilícitos y que lo hagamos con unas políticas efectivas y, al mismo tiempo, con unas políticas de desarrollo alternativo”, dijo Duque en una rueda de prensa en Washington.

Sobre narcotráfico habló Duque con Pompeo durante su reunión en el Departamento de Estado, un encuentro que el dirigente uribista describió como “amable” y “cordial” y en el que participó Carlos Holmes Trujillo, que ha ejercido numerosos cargos diplomáticos y suena como posible responsable de Exteriores en Colombia.

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En concreto, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, explicó en un comunicado que Pompeo y Duque “hablaron sobre la necesidad de acciones continuas para reducir el cultivo de coca y la producción de cocaína en Colombia”, aunque no detalló si abordaron un reciente informe sobre cocaína de la Casa Blanca.

Según ese reporte, publicado el lunes, los cultivos de coca en Colombia aumentaron un 11 % en 2017 hasta alcanzar la cifra récord de 209.000 hectáreas, mientras que la producción potencial de cocaína pura también subió un 19 %, hasta las 921 toneladas métricas.

A pesar del aumento de los cultivos, “Pompeo reafirmó el apoyo de Estados Unidos a una paz justa y duradera en Colombia”, según detalló el Departamento de Estado.

Las relaciones entre EE.UU. y Colombia han vivido momentos de tensión tras la firma en 2016 del acuerdo de paz con las Farc, puesto que Washington considera que el Gobierno de Juan Manuel Santos descuidó la lucha contra el narcotráfico durante las negociaciones.

Duque insistió en su intención de “corregir las cosas que están saliendo mal” en los acuerdos con las Farc y reiteró algunos de los requisitos que ya ha mencionado anteriormente para que continúen los diálogos de paz que se llevan a cabo en Cuba con el Eln.

En concreto, repitió que para dialogar con el Eln debe darse una “suspensión de todas las actividades criminales” y “una concentración previa con supervisión internacional”.

El Eln puede esperar de mí lo siguiente: primero si quieren avanzar en la desmovilización, desarme y reinserción, estoy listo para hacerlo pero contemplando una concentración previa en un área reducida con supervisión internacional”, afirmó Duque, y explicó que aún habría que decidir una agenda para el proceso.

Además de con Pompeo y Haspel, el futuro presidente de Colombia se reunió este jueves en Washington con el legislador demócrata por Arizona Rubén Gallego y con el senador republicano de Florida Marco Rubio, uno de los asesores más cercanos al presidente Donald Trump sobre Latinoamérica.

Asimismo, concedió una entrevista al diario The Washington Post. Este viernes se reunirá con John Bolton, asesor de seguridad nacional de Trump, así como con otros miembros del Congreso y representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde Duque trabajó durante varios años mientras vivía en Washington.

Tras su visita a Estados Unidos, Duque viajará la semana próxima a Madrid para participar en la primera edición de la Cumbre sobre Economía Circular e Innovación, que se celebrará en la capital española el 6 de julio y en donde el colombiano hablará de su agenda medioambiental.