[Al final de esta nota encontrará un sondeo para que opine]

Al parecer, las niñas son mayores de 10 años y, por lo que explica la colaboradora de la empresa (sucursal en Centro Chía), el menú infantil solo se puede vender a menores de esa edad.

En la grabación se aprecia que el hombre está dentro del establecimiento con los menores y la mesera le está tomando el pedido. Enseguida se escucha la siguiente disputa:

  • Cliente: “Yo voy a hablar con su jefe”.
  • Trabajadora: “Claro, no importa. Yo también voy a hablar con ella […] Con mucho gusto le vendo el menú infantil para el niño”.
  • Cliente: “¿Por qué no me vende para las 3 niñas el menú infantil?”.
  • Trabajadora: “Porque el menú infantil es para niños menores de 10 años”.
  • Cliente: “¿Por qué no lo vende?”.
  • Trabajadora: “Mire se lo muestro”, dice la mujer mientras camina para enseñarle la carta infantil, y le explica: “Por eso se le pasa a los niños”.
  • Cliente: “¿En dónde dice que es subsidiado? Usted está coaccionando mi compra. Yo soy el que está comprando”.
  • Trabajadora: “Yo se los vendo, pero se los vendo para llevar”.

En ese momento el comprador pregunta: “¿No me los vende para consumir acá?”, de inmediato, la mujer responde: “No”, por lo que el hombre le dice: “Porque no se te da la gana”.

  • Trabajadora: “No. No es eso, señor. Nosotros tenemos platos que le puedo ofrecer, platos pequeños para ellas”.
  • Cliente: “No ellas quieren el menú infantil. Si no quieren comer más, entonces, ¿qué hacemos, usted me va a vender lo que usted quiere?”.

Aunque la mujer insiste que le vende el menú para llevar y le explica que todo hace parte de una política de la empresa, el hombre continúa alegando:

“¿Por qué no vende lo que el cliente quiere, sino lo que usted quiere? Si usted quiere regalarme los platos a mí, yo me como lo que usted me regale. Yo estoy pagando lo que estoy comprando”.

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La discusión dura unos 4 minutos y termina cuando el hombre decide abandonar el restaurante porque, según él, lo están “atropellando como cliente”.

En Facebook, el video lleva más de un millón de reproducciones y ha sido compartido cerca de 20 mil veces. En esa red social, varias personas rechazan la actitud “arrogante” del hombre y aplauden la educación de la colaboradora. Otros descalifican que la empresa “obligue” a los clientes a “comprar lo que ellos quieren”.

A continuación el video en el que se puede ver la situación completa. Enseguida un sondeo para que opine sobre el tema.