El informe que presentó la Contraloría General este miércoles, en medio de la auditoría que adelanta en el Club Militar, apunta a que ese dinero estaba destinado al pago de pensiones, pero que inexplicablemente terminó en “gastos de funcionamiento” de la entidad, “inversión y pagos de contratos”.

El organismo de control asegura que esa plata se gastó sin autorización del Consejo Directivo del Club, y que por ser un caso de posible conducta penal lo remitió a la Fiscalía.

“La Contraloría encontró que a 31 de diciembre de 2014 se contaba allí (en la cuenta de la Reserva Financiera) con un valor de 13.346 millones de pesos, y a 31 de diciembre de 2015 se tenía un saldo de 7.593 millones, lo que quiere decir que durante el año 2015 se retiraron $5.752 millones de inversiones destinadas al pasivo pensional”, dice el organismo en un comunicado.

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Pero de ese dinero, la Contraloría encontró que 2.026 millones de pesos se usaron para cubrir compromisos pensionales, “con lo que se tiene que el resto ($3.726 millones) fueron destinados a gastos de funcionamiento e inversión diferentes a pagos por pensión”.

Además de este hallazgo los auditores advierten que no encontraron soportes en los que se justifique el cambio de destino de esos recursos, y que tampoco se actualizó “financieramente en la contabilidad el cálculo actuarial”, lo que generó un déficit que obligó al Club a destinar otros recursos para cubrirlo.