Lo primero que encontró el noticiero fue que a las familias que habitan en el albergue de la escuela Pedro Vásquez les cerraron las puertas para que no hablaran ante ese medio, y que varios líderes del grupo expusieron sus quejas a través de las rejas.

“Estamos presos por EPM. Olvidados, porque aquí mandan a unas personas expertas en callar a los que estamos acá. Y cuando la gente se va a ‘rebotar’ ahí mismo mandan a otro experto en callarnos la jeta”, dijo uno de los denunciantes, que representa a las al menos 80 personas que están allí.

Los damnificados se quejan, en su mayoría, por el estado de la comida que les entregan ya que consideran que no es la apropiada para alimentar a niños, a adultos mayores y a mujeres embarazadas.

Noticias Uno quiso verificar las instalaciones que fueron adecuadas para albergar a estas familias, pero se encontró con una funcionaria de la Defensa Civil que le advirtió a la periodista que está prohibido entrevistar a los damnificados.

“EPM me da la orden de que ustedes pueden ingresar. Me entrevistan a mí si quieren, con mucho gusto, al Ejército, pero a ninguna de las personas”, dijo la mujer.

Luego de una espera, el equipo periodístico puedo ingresar al sitio, y allí constató que las familias no tienen agua suficiente para cubrir sus necesidades, y que solo unos pocos se atrevieron a denunciar el estado de la comida que les dan.

“Que vengan los de EPM, el gerente, o los directivos de esa m… y que coman de esa comida, pues”, dijo uno de los denunciantes.

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Pero el director de la Unidad de Gestión del Riesgo, Carlos Iván Márquez, explicó en el noticiero que las inconformidades de estas familias supuestamente son incitadas por otras personas.

“Los están incitando a no comer. A cometer un acto inhumano, que es botar la comida. Comida que está garantizada y revisada”, explicó el funcionario.

Por ahora, la situación con Hidroituango no parece mejorar, ya que según el gerente de EPM, Jorge Londoño De la Cuesta, “el proyecto como tal tiene un reto técnico enorme que va a tomar meses en resolverse y eso nos genera un reto social de gran magnitud”, informó El Espectador.