Así lo dio a conocer el director de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, cuando en entrevista con W Radio le preguntaron qué le dicen y qué datos se pueden sacar de los huesos de un cadáver.

“Lo primero que nos están contando los huesos es cómo murieron. En qué circunstancias murieron y, nos ‘hablan’ muchas veces, de qué personas están relacionadas con eso”.

Valdés puso como ejemplo los análisis que adelanta ese Instituto a las víctimas del Palacio de Justicia, cuyo objetivo es determinar qué sucedió realmente con esas personas y poder devolver sus restos a las familias.

“Estamos trabajando con osamentas que tienen 32 años, y estamos tratando de averiguar y entender, cada minuto, qué nos dicen los huesos”, explicó Valdés en la emisora.

El funcionario confirmó que por ley se constituyó el banco de perfiles genéticos de personas desaparecidas, y que actualmente cuenta con más de “4.000 registros de estructuras óseas, y cerca de 40.000 registros de familiares de personas desaparecidas”.

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Una gran mayoría de los registros pertenecen a personas víctimas del conflicto armado, tema que según Valdés espera que se resuelva a medida que avance el camino de la paz, para que las familias puedan conocer la verdad detrás de estos casos.

Pero no todos los muertos hablan, o no los dejaron hablar, y hay varios casos en los que la ciencia no logró descifrar su causa de muerte.

Por ejemplo, según Valdés, “cuando murió en cautiverio el mayor Guevara, en esa época por la guerrilla de las Farc, el cuerpo que entregaron fue un cuerpo esqueletizado, y nunca se pudo encontrar en el hueso la causa de muerte. En este caso, la muerte quedó por determinar”.