El general Antonio Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana dijo que para poder entrar al bar clandestino había que inscribirse previamente.

Gómez destacó que cuando sus hombres entraron al lugar encontraron que allí se prestaban servicios sexuales a los clientes que violaron la cuarentena.

“Las personas que estaban allí y deseaban tener sexo, el administrador les contrataba algunas mujeres y ellas llegaban a este sitio”.

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“Prácticamente, a este lugar lo convirtieron en un prostíbulo”, sentenció el oficial.

Este lugar funcionaba en la localidad de Rafael Uribe Uribe, en el sur de la capital de República, señaló Noticias Caracol, que agregó que se trataba de una bodega.

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Más fiestas ilegales

Por otro lado, en la localidad de Kennedy fueron descubiertas algunas casas que se adecuaron para vender licor y drogas. Estas fueron descubiertas gracias a la información que brindaron los vecinos del inmueble, informó la Policía.

Varios cuartos habían sido acondicionados con mesas, asientos para convertirlos prácticamente en una tienda, agregó Gómez.

Noticias Caracol agregó que además de vender licor comercial, algunas casas ofrecían bebidas embriagantes caseras y también alucinógenos.