El periodista recuerda que la venta de esta propiedad, ubicada en el Edificio El Prado, se llevó a cabo en 1979, cuando Uribe era soltero, tenía unos 26 años y trabajaba como secretario general del Ministerio del Trabajo.
Esa información la reveló el portal Cuestión Publica, el 18 de mayo de 2018, y allí se lee que el comprador de ese bien inmueble fue Israel Londoño, según Coronell, “esposo de Fresia Ochoa Vásquez, hermana de Jorge Luis, Juan David y Fabio Ochoa Vásquez; jefes del Cartel de Medellín al lado de Pablo Escobar”.
Luego de esa venta, “Uribe Vélez asumió la dirección de la Aeronáutica Civil donde concedió cientos de licencias a aeronaves de narcotraficantes, entre ellas al clan de los Ochoa Vásquez”, aseguró, también en 2018, el periodista Yohir Akerman, en su columna en El Espectador, en donde cuestionó que Uribe no se hubiera percatado de que los Ochoa ya eran famosos “por sus negocios con la droga”.
Pero, ¿por qué Coronell hace referencia a esa información dos años después de publicada? Porque en su columna de este domingo en el portal Los Danieles, y que se titula ¿Qué calla Cayita?, le pregunta a María Claudia Daza Castro (exasesora del senador Uribe) por dos comunicaciones que fueron interceptadas y en las que “ella habla del reportaje antes de su publicación”.
Esto, dice, porque para ese momento el periodista David Tarazona le había hecho llegar un cuestionario al expresidente para incluir su versión en lo de la venta del apartamento que iba a publicar.
En cuanto a las llamadas, Coronell asegura que la primera fue el 3 de mayo con otro integrante de la Unidad de Trabajo (UTL) del senador Uribe, Fabián Arturo Rojas, y que en la transcripción del diálogo que hizo el CTI de la Fiscalía, ella le cuenta:
“Le están buscando la caída a él (a Uribe) por todas partes, de cuestión pública, un apartamento, y resulta que el tipo, uno de los apartamentos era de los hermanos Ochoa”.
La segunda llamada es un día después, esta vez con un hombre al que se refiere como Luigi: “Yo tengo que llamarte de un número privado, ¿a dónde te marco pa’ contarte algo como delicado que me acaban de decir?”. El hombre, contesta: “Llámame ya por WhatsApp, aquí mismo”. Coronell dice que en los registros del CTI, ese número figura a nombre de Luis Guillermo Echeverri, entonces “gerente” de la campaña presidencial de Iván Duque.
A partir de esta interceptación, el periodista concluye que “las comunicaciones comprueban que ‘Cayita’ actuaba como puente para temas sensibles entre la campaña de Duque y la oficina de Álvaro Uribe”, y por eso le pide a la mujer que se decida “a contar todo lo que sabe”, ahora que está siendo “golpeada por la ingratitud”.
Al respecto, el Centro Democrático emitió un comunicado en el que aclara los términos en los que se dio la venta del inmueble, y explica que el negocio fue “de manera pública, transparente y sin testaferros”.
Esta información se conoce un día después de que la periodista María Jimena Duzán revelara, en su columna de Semana, un audio de otra interceptación a María Claudia Daza en donde ella habla con su hermano de “otra ‘vaca’ que habría hecho el ‘Ñeñe’ Hernández” para la campaña presidencial de Duque, días antes de la segunda vuelta electoral.
Comunicado a la opinión pública: pic.twitter.com/9iShKnjHP1
— Centro Democrático (@CeDemocratico) May 24, 2020
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