Así lo informó Caracol Radio, que indicó que, en la noche del domingo, los presidiarios le prendieron fuego a sus colchonetas y elementos reclamando porque no cuentan con el servicio de agua y los guardias no toman las respectivas medidas de protección contra la COVID-19 para entrar y salir del penal.

Además, los reclusos, que se declararon en huelga de hambre, le piden al Gobierno que promulge el decreto de excarcelación que se anunció hace algunos días, les autoricen visitas a su lugar de reclusión y se desarrollen las audiencias suspendidas desde hace más de un mes, añadió esa emisora.

En la noche del mismo domingo, al parecer minutos después de que se presentaran los disturbios, el Inpec controló la situación, en medio de la llegada de bomberos y otras autoridades hasta el centro penitenciario, señaló el diario regional La Nación.

Según ese medio, el intento de motín involucró solo a 30 presos, quienes, en general, protestaban por las precarias condiciones que viven al interior de esa cárcel.

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Jaime Pérez, miembro del comité de Derechos Humanos del penal, le dijo al medio local Vive Huila que están siendo amenazados por denunciar la delicada situación que estarían padeciendo los internos del plantel carcelario.

El patio donde se registraron las protestas tiene capacidad máxima para 200 personas y registra un hacinamiento de más del 200%, precisó Blu Radio.