No puede ser que el Congreso le diga de nuevo no a la eutanasia, por tercera vez le diga no al derecho a morir dignamente, a que cada quien, en ejercicio de su libertad, decida qué hacer con su vida cuando está sufriendo. Que le diga n a que cada colombiano pueda decidir con autonomía el destino de su propia existencia. No puede ser”, lamentó el representante Juan Fernando Reyes Kuri, ponente de la iniciativa.

“Aquí no obligamos a que se practique la eutanasia. Simplemente les permitimos a las personas que puedan acceder a ella sin tantos trámites y tramititis, y el Congreso le vuelve a decir no a regular la eutanasia”, agregó Reyes Kuri en su cuenta de Twitter.

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Su malestar se conoció luego del debate que dejó ver las diferentes posturas sobre el sensible tema, que giraron en torno a la defensa de la vida, pero también en defensa del derecho a morir con dignidad.

También inconforme, el representante Gabriel Santos dijo en Twitter que “el Estado no debe seguir decidiendo sobre la vida y la autonomía de las personas.  Es momento que el Congreso regule la eutanasia y deje de lado tantos moralismos. Nuestro deber es ser garantistas y no limitantes de las libertades del ser humano”.

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En julio de 2018 hicimos un juramento que para ninguno de nosotros fue menor, y era el juramento de representar a todos los colombianos […] y tomar decisiones lo suficientemente poderosas como para transformarles la vida, pero también lo suficientemente abiertas como para poderlos incluir a todos”, advirtió, por su parte, el representante José Daniel López durante el debate.

“Si uno no cree en el derecho a morir dignamente o en la posibilidad de reglamentar la eutanasia, pues debiera sin duda proscribirlo de su ámbito personal, en su ámbito privado y en su vida íntima. Pero, en modo alguno, porque resultaría absolutamente tiránico, y el Congreso no puede serlo, utilizar nuestras creencias, convicciones y valores personales para convertirlos en ley”, dijo en contra de quienes se opusieron a la iniciativa.

Entre los que se opusieron estuvo el representante Armando Zabaraín, que dijo, citado por El País, de Cali: “Mis electores leyeron el mandato de que soy creyente. Por eso, planteo que este proyecto es llevar a las personas al homicidio y estoy convencido que serían pocos los médicos que se atreven a hacer esto. Nosotros juramos velar por la salud“.

En un sentido similar se pronunció el representante Christian Garcés, que se sumó al coro de los opositores. “Me uno a las voces que no quieren que aquí reglamentemos la manera de asesinar colombianos, y quiero respetuosamente protestar por quienes quieren callar las voces de los que seguimos principios cristianos, somos defensores de la vida”.