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La muerte de Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, deja un vacío de poder en las disidencias de las Farc conocidas como la Segunda Marquetalia que podría ocupar José Aldinever Sierra, alias el Zarco Aldinever, un experimentado guerrillero que militó junto a alias el Mono Jojoy y que conoce las rutas del narcotráfico entre Colombia y Venezuela como la palma de su mano.
El ascenso de “el Zarco Aldinever” concretaría el carácter narcotraficante de ese grupo armado, señalado de mover sustancias ilícitas en la frontera binacional y hacia rutas internacionales del Caribe y Estados Unidos. No obstante, ese guerrillero no es el único con peso en la estructura de poder de las disidencias, pues a él se suma José Vicente Lesmes, alias Walter Mendoza, un viejo hombre alzado en armas quien participó de la creación del Comando Central de las Farc.
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Alias el Zarco Aldinever y alias Walter Mendoza estuvieron en el ramillete de desertores que se sumaron a alias El Paisa, alias Romaña, Jesús Santrich e Iván Márquez cuando los cuatro viejos cabecillas de las Farc y firmantes del Acuerdo de Paz le dieron un revés a lo pactado en La Habana para formar las disidencias, la “nueva marquetalia” anunciada desde la selva que terminó quedándose con el apodo de la “Segunda Marquetalia”. De ese grupo los cuatro cabecillas están muertos.
En sus últimos meses de vida, Márquez estuvo buscando aterrizar en la paz total del Gobierno de Gustavo Petro. El mismo comisionado para la paz, Danilo Rueda, confirmó que habló con él en septiembre 2022, en Venezuela, un diálogo en el que comentó su intención de entrar en una mesa de diálogos con el Estado colombiano. Esos acercamientos no se han concretado hasta ahora.
Rueda es uno de los funcionarios del Alto Gobierno que aún guarda silencio sobre la suerte de Iván Márquez. Y es que si bien fuentes de la Segunda Marquetalia le confirmaron a EL COLOMBIANO, aliado de Pulzo, el deceso del guerrillero por consecuencias de las heridas que le quedaron de un ataque a su campamento ocurrido en junio de 2022, desde el Ejecutivo y las Fuerzas Militares aún no han verificado su fallecimiento.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, sostuvo en la noche del jueves (horas después de que se comentara el fallecimiento del disidente) que “no hay confirmación. Estamos con las verificaciones, así nos lo ha informado el general Giraldo, y entonces estamos atentos. Cuando tengamos confirmada una noticia de esa naturaleza lo informaremos”.
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Las Fuerzas Militares están a cargo de corroborar la información de su perecimiento. Lo que se conoce es que Iván Márquez estuvo en Colombia después del ataque que sufrió en su campamento, Velásquez dice que “estaba con salud” y se sabe que estuvo moviéndose entre su lugar de recuperación en Venezuela y los campamentos guerrilleros para evitar perder el control de los ilícitos de las disidencias.
Las fuentes de inteligencia del régimen de Nicolás Maduro tampoco le han confirmado a Colombia los detalles de su muerte. Iván Márquez fue cercano al gobierno venezolano porque habría sido el mismo régimen el que le facilitó su estancia en un hospital militar de Venezuela tras el ataque de 2022. Además, el fallecido expresidente Hugo Chávez tuvo guiños con los guerrilleros de las Farc.
La muerte de Iván Márquez, de confirmarse, en territorio venezolano, las circunstancias del deceso y el lugar donde se encontraba recibiendo cuidados médicos desde el año pasado, debe servir para volver a exigir respuestas a la FANB, sobre la presencia y actividades de la… pic.twitter.com/vAF0RRh0zg
— Rocío San Miguel (@rociosanmiguel) July 7, 2023
Esos nexos también fueron confirmados por un testigo clave ante la justicia de Estados Unidos. Se trata del general (r) Cliver Alcalá, quien dijo ante una corte en Manhattan que en 2006 le entregó 20 granadas y lanza cohetes a Iván Márquez y a Rodrigo Londoño (Timochenko) cuando ambos estaban militando en las extintas Farc. De ellos Márquez desertó del proceso de paz y Londoño en la actualidad es el jefe del Partido Comunes.
La cuestión es que para ese momento Alcalá era general de las Fuerzas Armadas venezolanas, en pleno Gobierno de Hugo Chávez, y su testimonio serviría de prueba para mostrar los posibles nexos entre la casa presidencial de Miraflores y las extintas Farc, un vínculo que habría seguido vigente con las disidencias que se refugiaron en ese país.
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