Con dos de sus seis vías principales cerradas, Antioquia atraviesa un duro momento a pocos días del inicio de la temporada de vacaciones de Semana Santa. La preocupación crece entre empresarios del turismo, comerciantes, transportadores de carga y población en general.

Mientras la Troncal a la Costa Caribe está bloqueada hace once días por el paro minero, la autopista MedellínBogotá tiene cierre total desde el miércoles 8 de marzo debido a un gigantesco derrumbe en el sector Puentes Caídos del municipio de San Luis.

Se estima que en la autopista están en riesgo de caer más de 300.000 metros cúbicos de material debido al fraccionamiento de la montaña en el kilómetro 49+600, en el tramo Santuario-Caño Alegre.

Por eso, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, anunció que se deberán invertir millonarios recursos para superar esta emergencia lo antes posible.

“La vía Bogotá-Medellín está cerrada por precaución, están en trabajos de mantenimiento y vamos a hacer una inversión de 30.000 millones de pesos. Es un problema, quizás como el del departamento de Cauca, geológico y complicado”, explicó el ministro Reyes desde Antioquia.

Temblor del pasado viernes agravó el derrumbe

La inestabilidad en la montaña aumentó en la madrugada del viernes 10 de marzo debido al sismo de magnitud 5,9 grados que también dejó afectaciones en cuatro viviendas y una biblioteca en los municipios de Peque, Mutatá y Cocorná.

Por cuenta de estas nuevas emergencias en la autopista, el director regional del Invías en Antioquia, Mauricio Hoyos, aseguró que se reforzaron los trabajos de mitigación con 20 máquinas amarillas y volquetas. 

Las vías alternas son Medellín–Cisneros–Puerto Berrío–Puerto Boyacá–Caño Alegre; y Medellín–Manizales–Bogotá.