Así mismo, tanto María Jimena Duzán en el semanario como María Isabel Rueda en el diario, llegan a la conclusión de que aunque las quejas expresadas en las marchas del pasado 21 de noviembre son variadas y provienen de múltiples sectores, tienen un común denominador: El descontento o disgusto frente al gobierno del presidente Iván Duque.

Sin embargo, las dos periodistas difieren respecto a la incoherencia, anarquía o contradicciones en la que estarían incurriendo o no quienes se manifestaron, y aún se manifiestan, en las calles colombianas.

Iván Duque

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En Semana, Duzán se encarga de enumerar los más importantes aspectos contra y por los cuales se marchó, tal como lo evidenciaron, según su lectura, los manifestantes del 21N: “reformas sobre flexibilidad laboral”, “reforma pensional que podría suprimir el régimen de prima media”, “el pacto incumplido por el fortalecimiento de la universidad pública”, “la implementación del acuerdo de paz” y “la matanza de los líderes sociales”, entre otros.

Pero también cuestionó, con base en las actuaciones del Gobierno Nacional frente a estos temas y después de la alocución de Duque la noche del 21 de noviembre, que este último sea “un presidente enconchado en su torre de marfil al que le está costando oír”.

No obstante, para Rueda en El Tiempo, el tema es más complejo, pues “el Presidente tiene que dedicarse a escarbar para descubrir qué fue lo que dijo el país que habló”.

Y aunque esta última periodista reconoce que en las manifestaciones de la sonada marcha “hubo una coincidencia de descontentos de la sociedad y con el Estado y una acumulación de asuntos además insatisfechos en el transcurso de varias décadas”, añade que allí “muchos logramos detectar fue una marcha anárquica, de gente frustrada”.

A esto último responde Duzán alegando que el hecho de que los colombianos hayan protestado y demostrado su inconformismo “por varias políticas de este Gobierno”, no deslegitima sus quejas.

“¿Que es una protesta con mucho descontento que no está centralizada en una sola demanda?… Eso es cierto. Pero eso no la hace anárquica, como han dicho algunas voces tratando de demeritarla, sino mucho más legítima y veraz”, sentencia la columnista en Semana.

Pero las dos periodistas se vuelven a encontrar en opiniones como la de poner en un segundo plano a los vándalos y en rechazar el protagonismo político que algunos han querido ganar con las marchas. Más importante aún, ambas llaman la atención del Gobierno Duque, cada una a su manera, para que actúe ante las demandas de quienes protestan.

Duzán insiste en que el jefe de Estado “solo escucha lo que quiere oír” y le sugiere dialogar con “los sectores sociales [que] se lo están pidiendo” en vez de tratar de solucionar “con más medidas de seguridad”.

Nicolás Maduro e Iván Duque

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Por su parte, María Isabel Rueda advierte que “el tiempo para gobernar se está agotando” y por ello recomienda al Gobierno Nacional hacer las “discusiones técnicas” necesarias frente a los temas reclamados y “socializarlas, entre otros, con los promotores del paro”.

Rueda dice además que “los colombianos debemos estar asustados sobre la eventualidad de que este gobierno no esté dispuesto, o no tenga la chispa, para desmenuzar el mensaje, identificar a unos interlocutores mezclados desordenadamente en este paro nacional, y que solo se contente con defenderse, acorralado; y quede paralizado ante la situación”.