“La energía, la inteligencia y el valor que cientos de miles de jóvenes” como Rodríguez Sastoque (“respetado aquí y en el extranjero por su trabajo en pos de ‘un mejor país’”) serán “decisivos” en el “largo camino” de reconstruir la sociedad colombiana, cuya educación está “más pensada para el todo vale, la acción intrépida y el atentado personal”, asegura De la Torre en su columna.

Rodríguez Sastoque es un universitario que se hizo más visible para el país después de participar en el panel ‘El país de los jóvenes’, de Caracol Televisión, en el que le hizo una pregunta incómoda al candidato Iván Duque, por la que recibió después amenazas. Luego publicó un video en Facebook para denunciar montajes e insultos en su contra en los últimos días.

“Hoy [Rodríguez Sastoque] reivindica su honor, mancillado por voceros del uribismo, que acaso mucho esperen de la chiquillada arrojada a las fauces del fascismo”, escribe De la Torre, para quien los adolescentes en la actualidad son “‘educados’ en la ignorancia de la historia y las humanidades; ajenos al arte; alelados ante el primer demagogo que funge de mesías y predica la guerra, [y] ante cada valentón que dispara desde una moto sin fallar el tiro”.

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Ella atribuye a la ultraderecha colombiana el hecho de “haber creado la reserva más prometedora para su proyecto autoritario” y da el siguiente dato, citando el Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadana: “73% de nuestros adolescentes se allanaría a una dictadura, si ella brindara orden y seguridad; y la mitad se muestra proclive a la corrupción y la violencia”.

Pero advierte que el único origen de esta situación “no es el odio que algún caudillo destila y legiones pueden convertir en ganas de matar”, sino que hay “otros huevitos” que empollan en el modelo de educación y el de familia “edificado sobre la autoridad que se descarga como un fierro casi siempre sobre sus miembros más indefensos: sobre la mujer y los niños”.

Precisamente, la desatención a la juventud desató también una airada columna de Aura Lucía Mera en El País, de Cali, en la que critica que se cancelara el debate ‘Presidente, ¿qué harías tú?’, organizado desde hace meses por RTVC-Señal Colombia y asesorado por la Unicef, por la inasistencia de los aspirantes presidenciales.

“A última hora los ‘honorables candidatos’ que pretenden gobernar el país por los próximos cuatro años se excusaron, alegando que ya tenían sus agendas comprometidas. Esto no se lo cree nadie. El evento estaba programado hace mucho tiempo”, advierte Mera, y califica de “desaire” y de “falta de respeto” el hecho, aunque resalta que eso no le extraña, porque “Estos jóvenes no votan. No tienen maquinaria. Sus preguntas eran directas y sin maquillaje. [Los candidatos] Tendrían que responder sin mascaras. Se aculillaron. Punto”.

Y hace varias preguntas que coinciden en su espíritu con los planteamientos de De la Torre en El Espectador sobre los jóvenes y la defensa del universitario amenazado por uribistas.

“¿Jamás se nos ha ocurrido pensar que en más de medio siglo de matarnos, todos esos niños de antes se fueron convirtiendo en adultos marcados con hierro candente por la violencia, el maltrato, la pobreza y la falta de oportunidades? ¿Y que sus hijos y sus nietos corren la misma suerte? ¿Que no tienen abierta ninguna puerta fuera de las del desarraigo y el abandono? ¿Cómo se promete cambiar un país sin escucharlos, sin darles dignidad ni oportunidades? ¿Estos jóvenes hoy rechazados por los candidatos, qué sentirán?”.