“Estamos en una transición muy delicada que puede durar hasta diciembre, donde van a pasar dos posibles cosas”, advirtió Ávila, una de las cuales es un proceso de bandolerización como el que ocurrió a mediados del siglo pasado, después de la violencia entre liberales y conservadores, cuando nacieron ‘Sangre Negra’, ‘Chispas’, ‘Efraín González’ y otros bandidos.

“Podemos tener una 30 bandas en todo el país, yo no con el discurso político, pero sí un montón de narcos haciendo violencia”, agregó el reconocido analista del conflicto colombiano en La FM. “Yo esperaría que esto fuera un proceso de bandolerización, cada banda con su jefe: ‘Gentil Duarte’ con sus 30 o 40, el otro ‘John 40’ con sus otros 40, y es un proceso de violencia terrible, pero al menos no es una violencia estructurada. Y eso lo sabremos a finales de este año o a comienzos del otro”.

Pero, lo peor, es que ese es solo uno de los dos escenarios a los que se está viendo enfrentado el país con la constante salida de exguerrilleros de las zonas de concentración. “Lo que se está definiendo es cuál tipo de violencia: si una violencia estructurada con una especie de guerrilla, o vamos a tener un proceso de bandolerización que puede durar 10 años con una violencia muy degradada”, insistió.

Zonas de reincorporación

Artículo relacionado

Confirman desaparición de 6 exlíderes de las Farc de zonas de reincorporación

“Se puede formar otra especie de guerrilla, y sería volver a otro conflicto armado, que es el peor escenario de todos. Por eso hay que ayudarles a todos esos que están en este proceso con la Farc a que rompan lazos con toda esa gente que se fue, y ayudarlos a salir de esto”, dijo Ávila.

En todo caso, los dos escenarios son el resultado de una evidente crisis dentro del proceso de paz con las Farc, que par Ávila tiene tres aristas:

  1. Crisis en la política de reincorporación (en una par de meses se cumplen dos años del proceso de paz y a hoy solo unos 1.500 guerrilleros tienen un proyecto de vida; los demás no saben qué hacer, no hay tierra para proyectos productivos, no hay proyectos productivos).
  2. Crisis interna de la Farc, un partido muy fracturado.
  3. Una oferta criminal en los territorios que ofrece plata para que toda esta gente reincida.

En las cifras de personas que han salido de las zonas de concentración “estamos bajos, pero en la calidad de la gente que se está yendo es muy delicado”, precisó.

“Los ejércitos y las guerras las hacen los comandantes, no los soldados rasos. Aquí estamos viviendo una cosa parecida a lo que fue el proceso de desmovilización paramilitar, y es que los mandos medios son los que se están yendo para las disidencias o están saliéndose del proceso de paz. Y esa sí es una gran crisis”, continuó.

Y dio este dato: la disidencia de alias ‘Gentil Duarte’ en Guaviare y sur del Meta no ha crecido porque no ha tenido mandos para crecer. “Gente para reclutar es lo que tienen en esas zonas, muchachos campesinos. Y ahora si llegan cuatro o cinco mandos, su crecimiento va a ser casi que exponencial”.

“Los mandos medios tendrían la capacidad de reclutar muy fácilmente en esas zonas”, planteó. “Hay unas zonas que se nos salieron de las manos y hay unas zonas donde en algunos años vamos a tener que inventarnos algo para poder calmar la violencia, en general, al Pacífico colombiano, el Bajo Cauca y el norte antioqueños, y toda la frontera con Venezuela es un polvorín. Ahí lo cierto es que la paz duró muy poco, el año 2016”.

Y dio otro dato para explicar su aseveración: en Ituango (Antioquia), hubo 5 homicidios en 2016, al año siguiente fueron 17, y en lo que va de 2018 van 49 homicidios.