Así lo aseguró a El Espectador la investigadora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano Angélica Bernal Olarte, quien publicó en asocio con la Universidad Nacional ‘Las mujeres y el poder político: una investidura incompleta’, un trabajo que ve la cobertura electoral, en gran parte, con un enfoque de género.

La reseña periodística del trabajo de Bernal no presenta la metodología con la cual llegó a estas conclusiones, y si incluyó un análisis sistemático de medios durante qué período.

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Para Bernal, Clara López “viene siendo borrada del relato periodístico de las elecciones”, a pesar de su buena figuración en las encuestas; así como Marta Lucía Ramírez, que fue destacada en la prensa por el robo de su casa, irrelevante, según ella, desde el punto de vista electoral; Paloma Valencia y María del Rosario Guerra han recibido menos cobertura que sus rivales hombres dentro del Centro Democrático.

De Claudia López dice que ha sido sobrexpuesta por su imagen de congresista “y por su vocería en el tema de la corrupción, al igual que con las otras, es poco lo que se informa, en detalle sobre su campaña presidencial”.

Aunque puede sonar un poco académico, los siguientes son algunos de los elementos que ve Bernal en la cobertura de las precandidatas presidenciales por parte de los medios:

–         Naturalizan de manera exagerada el poder de los hombres

–         Caricaturizan (no explica claramente cómo), “y eso… comienza incluso con el hábito de titular las notas sobre las precandidatas con sus nombres de pila”.

–         Refuerzan estereotipos… “las acciones de las mujeres son reducidas a las formas del cuerpo y, así, el contenido de sus intervenciones termina por ignorarse con demasiada frecuencia”. Ejemplifica con el caso de Claudia López, que es presentada como gritona, maleducada y conflictiva.

–         Trivializan su acción política, destacando la actividad privada y los atributos físicos.

–         Homogeniza a las precandidatas, y las presenta como parte de un colectivo plano “sin diferencias que, además, sugiere que mujeres que están en las antípodas ideológicas son esencialmente mujeres y nada más”.

–         Vuelve excepcional lo que hacen: “es la primera vez que…” o “es la única que…”