En sus redes sociales, el cirujano plástico explicó que lo homenajearon, este miércoles, por su “aporte médico en la reconstrucción plástica y estética de mujeres víctimas de ataques con ácido y soldados quemados en el conflicto armado”.

Una agresión de ese tipo, “desde la perspectiva de la realidad humana, es un secuestro en un cuerpo, porque no hay posibilidad de salir. Nadie quisiera estar en esas condiciones”, dijo González a Noticias Caracol. “Ya que te toca vivirlas, tratemos de hacerlo más amable” añadió.

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El noticiero también habló con varias de las víctimas que el especialista ha intervenido de manera gratuita, con quienes celebró su reconocimiento. “¡Ustedes son muestra de superación y de que sí se puede!”, les manifestó en un video.

Patricia Espitia, atacada hace 11 años, se ha sometido a unas 30 operaciones para mejorar su apariencia física. Sin embargo, se mostró muy positiva sobre su situación:

“Sentimos que nos podemos comer el mundo, pese a nuestras cicatrices, a nuestro dolor. Pretendemos continuar con nuestras vidas”.

Patricia Espitia. Pulzo.com
Patricia Espitia. / Fundación Reconstruyendo Rostros.

María de Los Ángeles Barrera lamentó que la sociedad la discrimine por su aspecto:

“Me siento discriminada por la gente, porque no ve más allá de una cicatriz. Tenemos muchas ganas de seguir adelante”.

Asimismo, Gina Potes, víctima y creadora de la Fundación Reconstruyendo Rostros, dedicada a brindar “apoyo integral a sobrevivientes de ataques con ácido”, denunció que en el entorno laboral rechazan a las mujeres por sus cicatrices:

“Muchas veces las mujeres quedan sin ojos, cuero cabelludo o nariz. Las consecuencias físicas que deja la agresión hacen un poco difícil acceder a cualquier tipo de trabajo”.

Gina Potes. Pulzo.com
Gina Potes. / Fundación Reconstruyendo Rostros.

Patricia y Gina trabajan con la fundación, que fue creada con el apoyo de González, de acuerdo con el informativo. Conozca más sobre ellas en este video producido por Pulzo a finales del 2015: