El hecho más reprochable de la jornada ocurrió frente a las instalaciones de RCN Radio, donde delincuentes atacaron con bombas incendiarias a un grupo de policías que resguardaban la edificación.
El presidente Iván Duque rechazó “las expresiones de violencia”, les pidió a las autoridades identificar y detener a los agresores, y a justicia, judicializarlos.
Rechazamos las expresiones de violencia que se presentaron hoy contra la ciudadanía, la Fuerza Pública, establecimientos y medios de comunicación, y que afectaron la tranquilidad en vía pública. El deber de las autoridades es encontrar a los responsables y llevarlos a la justicia pic.twitter.com/Asl30ynAyW
— Iván Duque (@IvanDuque) November 9, 2018
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, recordó en su cuenta de Twitter que “intentar quemar vivo a un ser humano es un delito”, propuso “aumentar la condena por este delito hasta en una tercera parte” y pidió a los colombianos rodear a la fuerza pública:
“Tienen que saber que serán judicializados y les caerá todo el peso de la ley”, advirtió.
Por su parte, el secretario de Seguridad de Bogotá, Jairo García, dijo a Caracol Radio que buscará vincular a procesos penales a los promotores de las marchas, por los disturbios ocasionados, y agregó:
“Vamos a judicializar de manera contundente estos actos de vandalismo y de nuevo recordarle a quienes liderado la convocatoria de estas movilizaciones que también tienen una responsabilidad con la seguridad y movilidad de los bogotanos”.
El comandante de la Policía de Bogotá, general Hoover Penilla, manifestó a periodistas que los patrulleros heridos fueron valorados “en el Hospital Central de la Policía ante las agresiones de las que fueron objeto y presentan diferentes tipos de lesiones”. Por fortuna, sus vida no corren peligro.
De igual forma, aseguró que junto a la Fiscalía están recopilando los vídeos del ataque como parte de las investigaciones abiertas para dar con el paradero de los atacantes.
El caos fue nacional
A la protesta en Bogotá se sumaron otras en diferentes ciudades del país como Popayán, donde estudiantes dañaron las instalaciones del Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex).
En esa ciudad, los manifestantes pintaron las paredes del edificio con mensajes como “ladrón” y “los estudiantes no somos clientes”, e incendiaron escritorios y varios documentos.
De igual forma, estudiantes bloquearon al mediodía en Nariño el paso vehicular en el Puente Internacional de Rumichaca, que comunica a Colombia y Ecuador, si bien horas después abandonaron el lugar.
La jornada de protestas de los estudiantes de las universidades públicas del país se hizo para exigir al Gobierno el aumento del presupuesto destinado para el funcionamiento de esas instituciones.
La educación superior en Colombia tiene un déficit de 3,2 billones de pesos para su funcionamiento y las universidades públicas necesitan además 15 billones de pesos para inversión en infraestructura, según cifras de expertos.
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