Este lunes, alias ‘Guacho’ le planteó al gobierno de Ecuador un cese el fuego para entregar los cuerpos del periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra, trabajadores del diario El Comercio asesinados por su grupo, y para liberar a una pareja de San Lorenzo que mantiene secuestrada.

Con esa solicitud, alias ‘Guacho’ intenta dos cosas: “por un lado mantener el canal abierto con el gobierno ecuatoriano (eso es un error del gobierno ecuatoriano, pero todo parece indicar que sigue abierto), y por otro lado solventar una crisis que hay allá”, explicó Ávila en Caracol Radio.

¿Y en qué consiste la crisis? Para Ávila, alias ‘Guacho’ no solo tiene en contra dos ejércitos, el de Colombia y el de Ecuador, que mantienen fuertes operativos en la zona, “sino que, al parecer, el cartel de Sinaloa puso precio a su cabeza porque, como se dice popularmente, calentó el parche después de todo esto”.

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“Incluso, hace dos semanas una estructura de él se le salió y creo otra estructura que se llama el ‘Frente Estiven González’, y él para librar su cabeza del cartel de Sinaloa intenta calmar la situación”, agregó el analista en la emisora.

“Hay una estructura del cartel de Sinaloa muy cercana a ‘Guacho’, que se hacen llamar ‘Los mexicanos’, cuyo jefe es alias ‘Cachi’”, siguió Ávila. “Guerrillas Unidas del Pacífico (GUP), que es el otro grupo, delinque con el cartel Jalisco Nueva Generación, y por eso también hay ahí un enfrentamiento entre los carteles”.

Sin embargo, estima Ávila, “la fuente principal de droga, de clorhidrato de cocaína de Sinaloa en esa región sí es el Frente Oliver Sinisterra, que manda ‘Guacho’. La relación con carteles mexicanos ha sido histórica, pero la diferencia entre años anteriores y lo que pasa ahora es que Sinaloa tiene enviados directos y que hay gente comprando tierra donde se están sembrando cultivos de coca”.

A este respecto, el exdirector de la Policía Luis Ernesto Gilibert sostiene en un análisis en El Nuevo Siglo que “hoy por hoy, los carteles mexicanos se han convertido en los principales clientes de la cocaína producida en el país, motivo por el cual mundialmente se piensa que organizaciones del país azteca se apoderaron  del negocio, desplazando los pequeños carteles colombianos, sustentando su dicho en  la presencia que se percibe de representantes de ese país, en toda la cadena del proceso desde los lugares  de cultivo, sitios de procesamiento o cocinas para base y aun laboratorios, envío de la mercancía hasta su entrega a transportadores encargados de llevar  la droga a países consumidores”.

Para el oficial, “los narcos nacionales encontraron más lucrativo comercializar la droga con los manitos, que negociar con Centroamérica, pues aquellos trafican con los Estados Unidos, y los connacionales evitan así problemas con el Tío Sam, dirigiendo sus esfuerzos hacia Europa, donde las ganancias son superiores y las rutas menos trajinadas. Pero de todas formas no podemos olvidar el peligro que nos pueden traer los carteles mexicanos y urge un control permanente”.

En su análisis, Ávila recomendó seguir con los operativos militares. “Hay que intentar garantizar alguna mediación de la Cruz Roja Internacional para que saque los cadáveres de las personas asesinadas y logre la liberación de los secuestrados. Pero aquí ya no hay posibilidad de ningún tipo de canje como él lo pretende y de ningún tipo de cese el fuego”.

Por último, sugirió no un corredor humanitario, como pide alias ‘Guacho’, sino despejar por 24 horas un pequeño territorio para extraer los cadáveres y sacar los secuestrados. “Cualquier otro tipo de diálogo es muy complejo de sustentar por el gobierno ecuatoriano, porque en un mes va a volver a ser víctima de un chantaje”.