El robo de motos y carros en el Valle de Aburrá está en auge. Solo hace unos días, EL COLOMBIANO publicó un completo informe en el que reveló cómo opera el mercado de motos robadas. La Policía Metropolitana informó este 3 de febrero sobre la captura de tres personas que habían robado vehículos de alta gama.

La Policía informó que se realizaron varios operativos que permitieron hacer los allanamientos que permitieron la recuperación de los tres sindicados.

Estas personas tenían en su poder tres camionetas que habían sido hurtadas en la última semana de enero. Según la Policía, su accionar estaba organizado y cada uno cumplía un rol en el accionar delictivo. Los hombres, presuntamente, se robaban los carros en Medellín y los llevaban a una zona rural de Copacabana, donde les “reseteaban” los sistemas de seguridad para luego vender las partes.

Además de las tres camionetas, tenían dos armas de menor letalidad y 77 cartuchos 9 milímetros, 35 millones de pesos y dos placas falsas.

El líder de la organización sería alias Memín, el que sería el encargado de robarse los carros. Las tres personas están bajo medida de arresto en centro de reclusión en este momento, mientras se adelanta su judicialización.

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Como se dijo al comienzo, no solo se están robando carros de alta gama, sino también motos, y en grandes cantidades. El robo de motos va en alza en los últimos años, y 2022 tuvo la cifra más alta: solo en Medellín se contabilizaron 5.823 casos denunciados, el máximo de la historia, según los registros del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc) y de la Policía Metropolitana.

La modalidad de halado es la que sigue liderando la estadística con 4.847 casos en el 2022, lo que evidencia que las personas siguen dejando en la calle sus vehículos, a merced del accionar de los criminales. En el 2021 fueron 4.009 robos de motocicletas mediante el también llamado escapeo.

En el robo de motocicletas se esconde un gran negocio de venta de autopartes que se ve estimulado por el alza del dólar y en el incremento en el precio de los repuestos de estos vehículos.

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Sobre el rumbo de las autopartes se tiene conocimiento de que de las zonas lejanas se traen la placa, el chasis y la carcaza de las motocicletas deterioradas por su uso en esas zonas rurales, les instalan las partes robadas, las dejan como “nuevas” y las retornan de donde llegaron.

Hay cinco referencias de tres marcas puntuales que son las más hurtadas, debido a su solicitud de repuestos, “pero si hay pedido de otras marcas, los delincuentes las buscan y aprovechan los escenarios para hacerse a ellas”.