El seguimiento de las autoridades por varios meses les permitió ubicarlo en Boyacá ejerciendo sus labores de sacerdocio en otros municipios como Viracachá y Chivatá.

“De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, este hombre hacía uso de condición como sacerdote y docente de un internado en el corregimiento El Viento (Vichada) y se ganaba la confianza de los niños humildes, a los cuales invitaba a la casa cural y solía tocarlos mientras les ponía a ver pornografía y a participar de prácticas sexuales”, sostuvo el coronel Carlos Triana, comandante de la Policía Metropolitana de Tunja, citado por RCN Radio.

El oficial agregó en Caracol Radio que “Suárez estaba sirviendo de ayudante en la iglesia de Viracachá y hace 3 meses se encontraba dando misas en el municipio Chivatá; aparte de eso tenía un negocio de café internet y de juegos de video a la que acudían niños”.

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Las autoridades confirmaron que el Juzgado Promiscuo Municipal de Puerto Carreño dictó orden de captura en contra del sacerdote luego de la denuncia, en 2016, de los padres de varios menores de edad que habrían sido víctimas del cura.

Horas después se adelantó la audiencia de legalización de captura en la que el juez le dictó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario, y Suárez fue trasladado a la cárcel de Ramiriquí.

Las emisoras agregaron que en operativos en otros municipios dos hombres, identificados como José Moray José Urián, fueron detenidos por acceso carnal o acto sexual abusivo con incapacidad de resistir, y se ordenó su reclusión en la Cárcel de Cómbita y en Ramiriquí, respectivamente.