Las fotomultas son el dolor de cabeza para miles de conductores en Bogotá que han sido sorprendidos cometiendo algún tipo de infracción, lo que tiene a muchos casi al borde del colapso por la cantidad de dinero que les ha tocado pagar en infracciones y el tiempo que deben pasar en los cursos pedagógicos que exige la Secretaría de Movilidad.
(Vea también: Cuándo y por qué infracciones pueden inmovilizar un vehículo en Colombia)
Estos aparatos fueron diseñados para hacer un monitoreo constante a la movilidad de la ciudad, asignando comparendos a los conductores que estén mal parqueados, que se pasen un semáforo en rojo o infrinjan los límites de velocidad permitidos en Bogotá, que son de hasta 50 kilómetros por hora.
De acuerdo con Miguel Forero, presidente de Asociación Fundación Motocultura, habló con Juan Diego Alvira y reveló que hay una cámara de fotomultas que se ha convertido en un tormento para los bogotanos. Está ubicada en el Movistar Arena y es una de las que más comparendos impone por hora en la ciudad.
Según el dirigente, en esta cámara se imponen 3 fotomultas por minuto, es decir que por hora pueden ser fácilmente 180 infracciones que se aplican a través del dispositivo. Aunque en la mayoría de casos el resultado es irrefutable por la infracción, hay la posibilidad también que existan errores en el proceso y para eso existe la opción de apelar.
Cómo se puede apelar una fotomulta en Bogotá
En primer lugar, las cámaras detectan una acción irregular, alertándose a sí mismas de la presunta irregularidad. A partir de ese momento se recogen las pruebas (datos del vehículo, fotos y videos). Luego, esas evidencias llegan de inmediato a las centrales de Tránsito y si la acción amerita un comparendo, se le notifica al conductor a través de un mensaje de texto o por correo electrónico.
Una vez se notifique al infractor, se emitirá una citación y debe acudir a la misma. Si la persona no se presenta, el proceso continuará y deberá acogerse a las decisiones que se tomen, asumiendo los pagos a los que podría exponerse.
Para impugnar la multa debe agendar una cita entre los 11 días hábiles después de la notificación electrónica. Luego del aviso en correo físico, solo tendrá cinco días hábiles para iniciar el proceso. Allí se presentarán todas las pruebas para defenderse. Si el fallo es desfavorable, la persona pagará la multa más los intereses acumulados hasta la fecha. Tener una apelación en curso no detiene los días de mora.
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