Habitantes del barrio Chimila II de la ciudad de Santa Marta, vivieron momentos angustiantes por motivo de un “cofre fúnebre” que fue abandonado en un esquina al frente de un poste de energía.

 (Vea: Un “ataúd viviente” sería una nueva iniciativa para ayudar al medio ambiente)

Al percatarse del “ataúd” que representa “la muerte”, la comunidad entró en pánico y hasta llegó a pensar que lo peor podría ocurrir en el vecindario ya que el objeto tenía pegados unos papeles en los que se leían nombres de personas.

“Qué susto…una limpieza social”, vociferaron algunos habitantes en un video que circula en redes sociales del ataúd recostado en la orilla de la calle.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de @santamartastereo

Luego de darle aviso a las autoridades sobre la presencia del misterioso cofre que alteró la tranquilidad de los moradores del sector, la Policía de Santa Marta arribó hasta el sitio y acordonó la zona para evitar que los habitantes manipularan el cajón.

Sin embargo, luego de indagaciones de las autoridades en el lugar de los hechos, se pudo confirmar que el supuesto féretro no era más que un método de protesta por parte de algunos habitantes del barrio en contra de los perjuicios que les estaría ocasionando el relleno sanitario de Palangana.

La Policía le dio un parte de tranquilidad a la comunidad y explicó que el ataúd fue elaborado por algunos jóvenes para alzar su voz en contra de las posibles afectaciones que les está causando la contaminación por el relleno.

Se les olvidó meter el cajón a los impulsores de la protesta en un barrio de Santa Marta

Los dos jóvenes que hicieron parte de la protesta pacífica y que tuvieron en sus manos el cajón de cartón, entregaron declaraciones al medio Santa Marta Stereo.

En el diálogo con el reportero, asumieron su responsabilidad pero recalcaron que todo se trató de un descuido cuando uno de ellos hacía limpieza: “El cajón el compañero Pablo lo guardó, y como él estaba haciendo aseo, se le olvidó afuera. Se descontroló todo y mire por dónde va esto”, detalló uno de los implicados en el hecho.

Por su parte, Pablo envió un mensaje para tranquilizar a la comunidad que atemorizada ha dejado de hacer sus actividades cotidianas.

“La amenazas no son ciertas. El cajón se hizo como parte de una protesta pacífica en representación de los muertos y de las afectaciones que hemos tenido como comunidad”, expuso el joven.

A continuación, sus declaraciones: