
Los constantes casos de robos, fleteos, asesinatos y violencia en contra de la mujeres que se presentan en la capital tienen con los pelos de punta a los bogotanos de todas las localidades.
(Vea también: Robo de un Rolex en Bogotá terminó en captura; al ladrón no le dieron tiempo de escapar)
La sensación de peligro que sienten las personas al salir al calle, caminar por parques, ir a comer a un restaurante o subirse al transporte público, ha hecho que exista una opinión generalizada acerca de que la situación desbordó a las autoridades y que esa tiende a empeorar.
Las alertas volvieron a dispararse con el Plan Distrital de Desarrollo presentado por la administración del alcalde Carlos Fernando Galán. Ese contemplaría invertir más de 265 mil millones de pesos para descongestionar las cárceles a través de mecanismos de justicia restaurativa.
El plan incluiría procesos de conciliación o mediación que eviten (por las buenas) que el agresor vaya o permanezca en la cárcel y solo deba, a cambio, reparar a su víctima.




Esa situación llevó a que la denuncia presentada por Julián Uscátegui, concejal de Bogotá, abriera el debate sobre ese plan debido a que unos 1.700 delincuentes detenidos por hurto simple, violencia intrafamiliar, lesiones personales sin secuelas graves, entre otros delitos, podrían quedar en libertad.
Esa supuesta propuesta del alcalde no es vista con buenos ojos desde el cabildo, puesto que el hacinamiento carcelario en las estaciones de Policía y URI llega al 144 % y las autoridades no dan abasto para atender los cientos de casos de inseguridad que se presentan a diario en la ciudad.
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