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Escrito por:  Julian Bermúdez
Editor     Mar 2, 2024 - 11:10 am

La inmensidad de Bogotá permite disfrutar de muchas actividades y experiencias distintas que hacen de la capital del país una ciudad ejemplo en muchos aspectos. Sin embargo, esa misma inmensidad permite que los problemas sean mucho más difíciles de atajar y uno que no se ha podido controlar es el de los piques ilegales.

Son más de dos décadas con esta situación que, años atrás, era algo esporádico, pero que ya se volvió una actividad constante en las noches de Bogotá.

Anteriormente, quienes participaban de esto lo hacían en grandes vías y alejados de las zonas residenciales, pero ahora buscan nuevos sitios y están llegando a nuevos puntos en la capital, volviéndose insoportable. Así lo dio a conocer El Tiempo, mencionando que esta actividad está llegando a la zona de Rosales, un exclusivo sector de la capital en el que viven miles de personas a las que les perturba el sueño el sonido de los motores.

Dice la publicación que son decenas de carros y motos los que se dan cita en diferentes puntos de la Circunvalar entre martes, miércoles o viernes, extendiéndose hasta el amanecer del sábado. Conductores con vehículos modificados y motos que valen mucho dinero miden sus máquinas sin pensar en la comunidad y sin que la Policía haga nada.

“En la Circunvalar. Cada noche, esta avenida se convirtió en una pista de carreras, se reúnen bastantes conductores”, dijo a El Tiempo María Pérez, una residente afectada y muy preocupada por la alta posibilidad de que ocurra un accidente.

Como esta es una zona residencial, muchas personas se pueden mover en sus vehículos particulares en diferentes horarios de la noche y madrugada y la posibilidad de un choque que termine con una víctima fatal es alta. De hecho, dice Emilio Cortés, otro residente que habló con el rotativo nacional, que ya son cinco meses con esta situación en la que se da el ambiente propicio para que las personas hasta consuman alcohol y drogas. Lo que sí ha pasado es agresiones entre los participantes de estos piques ilegales.

Los estruendosos ruidos de motos y autos perturban la tranquilidad del vecindario, generando un ambiente de peligro tanto para quienes participan en estas prácticas como para los residentes locales”, dijo Cecilia Montes, otra residente del sector que le manifestó a El Tiempo su preocupación por la situación.

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El barrio Rosales no es el único que vive esta problemática, pero sí es el más residencial. A pesar de que en el Autódromo de Tocáncipa, en Cundinamarca, se organizan piques legales y quedan muy cerca de Bogotá, un gran grupo de personas se concentra en diferentes puntos de la capital para hacer carreras ilegales. Así es como son:

Algunas de las vías en las que regularmente se hacen este tipo de actividades son la carrera 30, la avenida Boyacá, la calle 170 y la Ciudad de Cali, en su mayoría, al norte de la ciudad.

Pulzo conoció el caso de lo que sucede en la calle 170, una zona muy transitada en el día, pero que en la noche queda un poco más sola. Allí, le contó a este medio Alejandro Rodríguez, se citan otro grupo de jóvenes que hasta cierran algunas vías para poder hacer sus carreras.

El Tiempo también dio a conocer el relato de Daniel, una persona que vive cerca a la calle 26 con carrera 30, donde, asegura, también hay piques ilegales, a pesar de que es una vía céntrica y concurrida en las noches.

El subintendente de la Policía de Tránsito, José Eduardo Moreras Díaz, mencionó en una charla con el rotativo que sí se hacen operativos para evitar este tipo de competencias y que algunas de las zonas a las que llegan los uniformados en diferentes horas son calle 170 con avenida Boyacá, entre calle 63 y calle 72, la carrera 30 y la avenida Ciudad de Cali, la calle 26 y también en la avenida Circunvalar, sin embargo, la intención de ellos no es perseguirlos, sino persuadir la actividad.

Según Moreras, la razón por la que no los persiguen es porque los infractores ven atractiva la persecución policial, lo cual añade un elemento de adrenalina y riesgo que ellos no pueden apoyar. De hecho, eso quedó evidenciado hace unos meses, cuando una cámara de Noticias Caracol acompañó uno de estos procedimientos.

Eso sí, los operativos han tenido resultados porque en este año han logrado 82 comparendos a conductores y 25 vehículos inmovilizados. Engativa, Suba, Barrios Unidos y Puente Aranda son las zonas donde más han impuesto comparendos por exceso de velocidad y alteración del orden público.

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