Escrito por:  Redacción Bogotá
May 7, 2025 - 9:16 am

La capital sigue impactada por el reprochable hecho que se dio en el barrio Buenos Aires, en San Cristóbal Sur, luego de que se descubriera que un trabajador de un jardín infantil que pertenece al ICBF abusara, presuntamente, de al menos 8 niños de 2 y 3 años de edad.

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Margie Espinel, una joven madre de 26 años, vive una pesadilla desde que su hija de tres años reveló haber sido víctima de abuso. Luego de la denuncia de la desesperada y dolorida mujer, la Fiscalía y la Sijín capturaron al presunto agresor, identificado como Freddy Castellanos, en una operación conjunta en la capital.

La Fiscalía informó que el detenido será presentado ante un juez de control de garantías y se le imputarán cargos por acto sexual abusivo y acceso carnal abusivo con menor de 14 años. Las investigaciones continúan, para esclarecer los hechos y asegurar justicia para las víctimas.

El pasado 29 de abril, la niña fue evaluada psicológicamente, confirmando el abuso, según contó Espinel a El Tiempo. Ese mismo día, como obra del destino, la mujer se encontró cara a cara con el presunto agresor de su hija y lo encaró para reconociera sus delitos y decidiera someterse a la justicia.

“Lo vi a los ojos, y su reacción cobarde fue la de salir corriendo. Su actitud fue la de una persona con culpa”, relató al medio citado.

La madre, molesta con la actitud del hombre señalado de cometer la serie de abusos, lo persiguió y lo golpeó: “Yo estaba desesperada. Él abusó de mi hija y quién sabe de cuántos niños más. Se metió con lo más sagrado para mí que son mis hijos”.

En ese momento, Castellanos se entregó a la Policía de Bogotá. Sin embargo, la madre se sorprendió al saber que el hombre siguió trabajando en el jardín días después de su captura. De hecho, las autoridades manifestaron que no pudieron tener detenido al señalado agresor, puesto que no contaban con las pruebas suficientes para llevarlo ante la justicia.

Antes de la captura, la mamá de la menor compartió su dolor. Inicialmente, las pataletas de su hija le parecieron normales, un ajuste a su nuevo entorno en el centro zonal del ICBF al que ingresó en febrero. Sin embargo, la situación escaló.

“La niña comenzó a hacer pataletas más intensas, me decía: ‘mamá, jardín feo, jardín no, abuela sí’”, narró Margie a la casa periodística citada. Pronto ese rechazo de la hija se transformó en miedo, aunque al principio pensó en problemas de comida o trato distante. “Nunca me imaginé que mi niña estaba siendo abusada”.

El 28 de abril y ante la preocupación de la madre, la niña rompió el silencio: “Mi niña me dijo que su profesor, haciéndose el que jugaba, le daba besos en la boca y que eso era muy incómodo para ella”. Espinel también comentó que las directivas del jardín nunca informaron la llegada de este hombre de 36 años ni los niños a su cargo.

Padres de otros niños también han expresado su preocupación y pidieron la judicialización del profesor. Se sospecha que al menos 12 niños pudieron haber sido víctimas, con tres denuncias formales y más padres buscando atención médica para sus hijos.

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