
Desde el primero de abril de 2025, según informó El Tiempo, la Fundación Santa Fe de Bogotá dejó de formar parte de la red de prestadores de servicios de Coomeva Medicina Prepagada, una decisión que ha producido notables cambios en la atención de los afiliados a esta aseguradora privada, especialmente, quienes residen en el norte de la ciudad.
(Vea también: Avisan a afiliados de Sanitas, Sura, Famisanar y más EPS: hay señalamiento muy delicado)
De acuerdo con el diario, la compañía notificó a sus usuarios mediante una carta en la que explicó que está llevando a cabo ajustes en su red de prestadores en la capital del país.
A través de un comunicado, Coomeva Medicina Prepagada expresó su compromiso de seguir ofreciendo atención médica de calidad y destacó que está evaluando nuevas opciones para reemplazar la Fundación Santa Fe en su red de servicios.
“En Coomeva Medicina Prepagada nos esforzamos continuamente por ofrecerle la mejor atención en salud y una amplia red de prestadores de alta calidad. Queremos informarle sobre una actualización importante en nuestra red de servicios en la ciudad de Bogotá. A partir del 1 de abril de 2025, la Fundación Santafé de Bogotá (FSFB) no estará disponible dentro de nuestra red de servicios. Sin embargo, nos encontramos revisando alternativas y si se presenta algún cambio les estaremos informando oportunamente”, señala la carta enviada a los afiliados.
Para mitigar el impacto de esta medida, la aseguradora ha ampliado las instalaciones de su Centro Médico Coomeva Medicina Prepagada en Bogotá, ubicado en la calle 102 # 14 A – 70 (ver mapa). Según la compañía, los usuarios podrán acceder a los servicios en este centro con valores diferenciales en los cupones de pago directo, lo que busca garantizar la continuidad de la atención médica.
A pesar de la salida de la Fundación Santa Fe de su red, Coomeva Medicina Prepagada aseguró que mantiene una oferta amplia de clínicas y profesionales en Bogotá.
“Lo invitamos a consultar nuestro directorio médico actualizado en nuestra App Coomeva MP, nuestra página web o a comunicarse con nuestras líneas de atención para obtener información detallada y personalizada”, agregó la compañía en su comunicado.
¿Qué está pasando con la atención de las EPS en Colombia?
El sistema de salud en Colombia enfrenta una crisis profunda debido a problemas financieros, administrativos y estructurales que se han acumulado en los últimos años. Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) y la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), el déficit presupuestal del sector alcanza los 19,7 billones de pesos.
Este problema se debe, en gran parte, a la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), el monto que el Estado asigna a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) por cada afiliado. Desde 2021, los ajustes en la UPC han sido menores a lo necesario, lo que ha producido un rezago financiero que afecta la continuidad de tratamientos, el acceso a medicamentos y la calidad de la atención médica.
La corrupción ha sido otro factor determinante en el deterioro del sistema. Casos como el de Carlos Palacino, exgerente de SaludCoop, condenado por desviar fondos públicos, evidencian cómo la mala administración y el uso indebido de recursos han debilitado la prestación de servicios médicos. Desde 2001, más de 120 EPS han sido liquidadas por problemas similares, lo que refleja una falta de control y supervisión efectiva por parte del Estado.
El cierre de instituciones prestadoras de salud ha agravado la situación. Entre 2023 y 2024, aproximadamente 960 IPS cerraron sus puertas, y varios hospitales públicos han suspendido servicios no urgentes debido a las deudas impagas por parte de las EPS. Esto ha dejado a millones de colombianos, especialmente a los más vulnerables, sin acceso a servicios médicos esenciales, según El Tiempo.
Otro problema crítico es el desabastecimiento de medicamentos y la precarización laboral del personal de salud. Los trabajadores enfrentan atrasos en el pago de salarios, sobrecarga laboral y condiciones inestables, lo que afecta la calidad del servicio y la moral del personal médico.
En este contexto, la falta de una reforma estructural y efectiva agrava la crisis. Aunque el Gobierno ha propuesto cambios, las demoras en su implementación y la falta de consenso político han impedido soluciones concretas. La crisis de confianza en el sistema es tal que incluso EPS con buenos indicadores, como Sura y Compensar, han optado por retirarse, reporta El Nuevo Siglo.
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