
Más de 12 años duró una exhaustiva investigación de la Policía Nacional y la Fiscalía para seguir a la banda delincuencial conocida como ‘Los amarillos’, que se dedicaba a la venta y fabricación de droga en el centro de la ciudad. Los miembros de este grupo eran de una misma familia y la madre obligaba a sus hijos menores de edad a vender las sustancias, según informó Noticias Caracol.
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En total eran casi 30 expendedores de la banda que se movían en tres cuadras del centro de Bogotá y que debían cumplir con una cuota diaria para rendirles cuentas a la líder del grupo, que era conocida como ‘Mona’, a quien al finalizar el día le debían entregar el producido de las ventas, de acuerdo con el noticiero.
Entre los expendedores hay menores entre 12 y 15 años, algunos hijos de los propios miembros de la banda y de la mujer en mención, según explicó en el citado medio el mayor Sergio Alexánder Torres, jefe de la seccional de protección de la Policía.
“El líder de la estructura instrumentalizaba a sus propios hijos para trasladar droga. A los niños los convencían con algo de dinero, muy poco realmente, o les daban a veces dulces. Cuando no vendían, eran castigados por los padres, los golpeaban y los dejaban sin alimentación sus propios padres”, dijo el uniformado en el citado medio.
Cayó organización criminal comandada por mujer que hasta torturaba a sus propios hijos, menores de edad, para vender droga. Agentes infiltrados trabajaron durante un año para lograr las capturas
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— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) November 27, 2023




La casa donde se guardaba la droga y se torturaba a los menores de edad hijos de la ‘Mona’ y de los otros expendedores era conocida como ‘La Mansión’, allí la banda se reunía para planear todo su plan para expender los estupefacientes en el centro de Bogotá.
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