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La Secretaría Distrital de Integración Social, en conjunto con la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, ha dado inicio al proceso competitivo SDIS-DCT092-014-2025 para seleccionar entidades sin ánimo de lucro encargadas de operar el Servicio de Atención Sociosanitaria Transitoria. Este esfuerzo se dirige específicamente a adultos mayores de 60 años que han enfrentado abandono, ya sea hospitalario o social, y busca proporcionarles acompañamiento temporal, rehabilitación y cuidado integral para su recuperación física, emocional y social, según lo informado oficialmente por estas entidades.
La iniciativa forma parte del Convenio Marco No. 8087945 de 2025 y su derivado No. 9649-2025, que consolidan una alianza interinstitucional para implementar en Bogotá un modelo de atención integral a la población adulta mayor vulnerable, una preocupación creciente reflejada en las políticas públicas urbanas. Tal perspectiva responde a los grandes desafíos que supone el envejecimiento demográfico, especialmente en contextos urbanos de América Latina, tal como lo analiza la Secretaría Distrital de Salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cuidado de los adultos mayores en situaciones de fragilidad social o abandono debe centrarse en preservar la autonomía, la independencia y el bienestar emocional. El proyecto bogotano enfatiza este camino, al buscar una atención que va más allá del resguardo físico, con servicios que reduzcan la carga hospitalaria y mejoren la calidad de vida de los beneficiarios.
Las bases del proceso especifican que cada unidad operativa propuesta debe albergar a 50 o 100 adultos mayores, promoviendo así un criterio uniforme para la gestión del servicio y su evaluación en distintos territorios de Bogotá. El permitir a los proponentes presentar varias alternativas, identificando localización y capacidad, sugiere un avance hacia la descentralización y la inclusión de diversidad de actores sociales en la prestación de la atención requerida, acorde con lo publicado por la Plataforma SECOP II.




Este llamado público se inscribe en una tendencia aún incipiente en América Latina de fusionar salud y servicios sociales en un enfoque verdaderamente integral, asunto que, conforme a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), demanda servicios articulados ante problemas como el abandono, la soledad y la ruptura de redes de apoyo entre personas mayores. La unión de esfuerzos entre secretarías refleja además una buena práctica, donde la coordinación interinstitucional, como sugiere la Fundación KAS, aprovecha recursos y extiende el alcance social bajo criterios de transparencia y eficacia.
El cronograma detalladamente establecido —con periodos para observaciones, publicación de modificaciones y evaluación de las propuestas— confirma el compromiso con la transparencia y la participación ciudadana, principios recomendados en estudios recientes sobre gobernanza institucional y procesos de contratación pública. Esta convocatoria, al abrir espacios a organizaciones con experiencia social, también apuesta por la innovación en modelos de atención humanizada, con la posibilidad de que el sistema sirva como un referente replicable para otras ciudades colombianas y latinoamericanas enfrentadas a problemáticas similares.
¿Cuáles son los principales retos para implementar el Servicio de Atención Sociosanitaria Transitoria en Bogotá?
La atención sociosanitaria temporal implica coordinar entidades diversas, establecer estándares de calidad homogéneos y asegurar la adecuada capacitación del personal para lograr una atención integral. Garantizar la provisión constante de recursos y la supervisión de los inmuebles, ajustados a las necesidades de 50 o 100 adultos mayores, figura entre los mayores desafíos. Además, la descentralización de los servicios supone diseñar sistemas de monitoreo y evaluación para medir el impacto comunitario y mantener un acompañamiento efectivo.
Esta pregunta resulta relevante porque abordar los retos en la puesta en marcha de estos servicios permite anticipar posibles debilidades y diseñar estrategias de mejora que refuercen la protección de la población adulta mayor. Dada la magnitud de la problemática del abandono en contextos urbanos, identificar los obstáculos permite perfeccionar el modelo sociosanitario y fomentar su replicabilidad en otras regiones.
¿Qué significa exactamente “abandono hospitalario” y en qué se diferencia del abandono social?
“Abandono hospitalario” se refiere a la situación en la que una persona, tras recibir atención médica, permanece internada por falta de familiares o redes de apoyo que la reciban al alta, aun cuando su estado de salud le permitiría egresar. El abandono social, por su parte, implica la ausencia de vínculos comunitarios, familiares o institucionales que garanticen el bienestar emocional y material del adulto mayor fuera del entorno hospitalario. Ambas condiciones suelen exacerbar la vulnerabilidad y la dependencia de estas personas.
Comprender la diferencia entre abandono hospitalario y social es clave para el diseño eficaz de políticas públicas, ya que permite identificar las rutas adecuadas de intervención. Analizar estos matices ayuda a delimitar claramente los alcances de los servicios ofrecidos y a especializar las estrategias de acompañamiento psicosocial, esenciales para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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