En Bogotá hay 7.500 lugares identificados con restricciones para ocupar su suelo, ya que cuentan con riesgo por movimientos en masa, inundación y avenidas torrenciales por desbordamiento. La cifra fue publicada por el concejal Rolando González, quien hizo un llamado especial al Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático (Idiger), ya que de acuerdo con lo que él encontró respecto a los reportes emitidos por esa entidad del Distrito, l a temporada de lluvias aumentaría el peligro de derrumbe.

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Y es que durante el 2021, el Idiger emitió 3.041 alertas, sin embargo, este 2022, entre enero y agosto fueron 3.045 los casos registrados.

Por otra parte, se encontró que las localidades más afectadas son: Usme con (484), San Cristóbal (454), Ciudad Bolívar (351) y Suba (334).

Asimismo, González señaló que hay otras 1.312 edificaciones que, “a pesar de no estar en zona de remoción en masa o inundación, representan un riesgo para sus habitantes”. Ya que de acuerdo a los distintos niveles de daño, hay 650 edificaciones diagnosticadas con daño leve, 360 con daño moderado, 132 con daño fuerte y 39 con daño severo.

Entre el análisis de los reportes del Idiger, el concejal identificó que de esas 1.312 obras con problemas, 287 obedecen a ausencia de mantenimiento de las viviendas, 273 por deficiencias constructivas y 168 por la realización de edificaciones aledañas al predio.

“Se viene una época fuerte de lluvias como consecuencia del fenómeno de la Niña, pido a las alcaldías locales realizar el seguimiento a las recomendaciones emitidas en los certificados y diagnósticos del Idiger, para proteger la integridad física de los habitantes de los sectores evaluados con riesgo”, dijo el funcionario.

Recomendaciones del Idiger

De acuerdo con el Censo Inmobiliario de 2019 del Idiger, Bogotá tiene 2.643.666 predios con 287.325.405 metros cuadrados construidos. Asimismo, el área construida aumentó en un 1,44% respecto al 2020. Sin embargo, la entidad recalca que cuando incrementan las construcciones, también lo hace el riego de sufrir los daños que conllevan levantar una obra.

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En su página web el Idiger contiene las respectivas recomendaciones para evitar aquellos daños, entre esas están:

  • Previo al inicio de una obra de construcción, se debe contar con los permisos y licencia de construcción, esta debe cumplir con normas, especificaciones y requerimientos técnicos.
  • El constructor debe cumplir con los procedimientos establecidos por la ley que garanticen el control de calidad de la obra. Algunas deben contar con las certificaciones técnicas de ocupación.
  • Previo al inicio de las obras, los constructores deben hacer actas de vecindad con los propietarios de los predios colindantes al proyecto, de esta forma se puede contar con la información del estado de estos antes de iniciar obras y tener una herramienta para comprobar posibles afectaciones posteriores.
  • Los responsables de las obras y los vecinos deben verificar que las alcaldías locales o la inspección de la Policía adelanten el control urbano a las obras de construcción, durante la realización de las obras y que las demás entidades encargadas de la vigilancia y control cumplan a cabalidad con sus funciones.
  • Los propietarios de las edificaciones deben realizar el correcto mantenimiento de estas.