“El área sembrada con coca a corte del año pasado tuvo una ligera reducción al pasar de 171.00 hectáreas (en 2017) a 169.000 hectáreas”, dijo el representante en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Pierre Lapaque, desde la presidencial Casa de Nariño en Bogotá.

La disminución rompe con la tendencia creciente que registraba Colombia desde 2014, cuando saltaron a 69.000 hectáreas cultivadas frente a 48.000 en 2013, y que en 2017 llevó a un alza récord en narcocultivos y producción de cocaína.

Sin embargo, “Colombia aún está en los niveles de cultivo de coca más altos” desde que Naciones Unidas inició las mediciones en 2001, agregó Lapaque, tras presentarle el informe anual al presidente Iván Duque.

Cargamento de cocaína

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El reporte completo será divulgado la próxima semana.

El mandatario conservador celebró que se haya quebrado la “tendencia de crecimiento exponencial” de los narcocultivos, de la que responsabiliza a la estrategia antidrogas de su antecesor Juan Manuel Santos.

“No solamente se celebra haber parado ese crecimiento exponencial y haber logrado una reducción, sino también lo que esto trae como beneficios al país frente a lo que era una tendencia alarmante y grave”, afirmó.

Tanto Duque como Lapaque atribuyeron la baja a la “estrategia integral” gubernamental, que incluye erradicación, sustitución, persecución a narcos y prevención del consumo.

“Aquí no se trata de que una sola herramienta sea la bala de plata, se trata de la combinación de todas para que Colombia sea un país libre de esta amenaza a la seguridad, al medioambiente y al entorno social”, apuntó el mandatario.