
Durante el regreso del presidente Gustavo Petro a Colombia tras participar en una cumbre en Sevilla, España, se presentó una amenaza contra el avión presidencial que obligó a modificar la ruta prevista.
Según confirmaron fuentes de alto nivel de la Casa de Nariño a Blu Radio, el avión, que partió el 2 de julio desde Sevilla y realizó una escala programada en las Islas Canarias, recibió una alerta de inteligencia sobre un posible atentado durante el aterrizaje en Bogotá.
(Vea también: “Llevaba muchos meses por fuera del llavero de Petro”: analista, sobre salida de Sarabia).
Además, se detectó que la aeronave estaba siendo rastreada desde Canarias, algo irregular dado que el avión presidencial no permite ser rastreado.




Por seguridad, el avión se desvió y aterrizó en el Aeropuerto Internacional Matecaña de Pereira, donde el presidente y su delegación pasaron la noche.
Al día siguiente, el mandatario viajó a Bogotá en un avión militar distinto al de la comitiva.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, explicó que ante estas amenazas se reforzó la seguridad presidencial, recordando que el presidente, como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, siempre puede ser un objetivo.
Finalmente, reiteró que se desplegaron capacidades adicionales de inteligencia para garantizar la protección del mandatario en sus desplazamientos.
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