La Fiscalía aclaró que atendiendo las medidas sanitarias decretadas por el Gobierno para evitar la propagación de la COVID-19, y de común acuerdo con la casa fabricante del avión (Bombardier), se programó el vuelo de ida para el pasado 23 de mayo de 2020 y el de regreso para el 12 de junio con escala técnica en Barranquilla, tal y como se conoció en días pasados.
Para los desplazamientos de ida y regreso de la aeronave, la entidad aclaró que se contó con una tripulación de la Fuerza Aérea “sin pasajeros” compuesta por un piloto, un copiloto y un técnico de vuelo.
“Este desplazamiento contó con la aprobación del Ministerio de Defensa Nacional y Migración Colombia”, indicó la entidad en el documento.
Sobre los vuelos a San Andrés, la Fiscalía explicó que se realizaron dos; el primero para cumplir con la agenda del fiscal general entre el 26 de junio y el 29 de junio, y el segundo (que se usó para transportar esquema de seguridad) con ida y regreso el pasado martes 30 de junio.
En el primer vuelo a la isla, que generó polémica en el país porque fue en puente festivo y en plena pandemia, el fiscal Francisco Barbosa viajó su esposa (que es funcionaria de las Contraloría), su hija, acompañada de una amiga, el contralor general Carlos Felipe Córdoba y la esposa del contralor (funcionaria de la Fiscalía).
Sobre este tema, el fiscal Barbosa explicó que el viaje a San Andrés fue por un tema “oficial”, y que el objetivo era indagar por un contrato sobre publicidad de la COVID-19 que firmó el gobernador de San Andrés, Everth Hawkins, al parecer con irregularidades. Sobre los costos de llevar a su hija y la amiga, aclaró que él los sufragó y que ni siquiera salieron del hotel.
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