De acuerdo con el artículo 488 del código penal, que establece las penas por fuga de presos, “el que se fugue estando privado de su libertad en centro de reclusión, hospital o domiciliariamente, en virtud de providencia o sentencia que le haya sido notificada, incurrirá en prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento ocho (108) meses”.

Esto significa que de 15 años, la pena podría subir a 19 o hasta 24 años. Sin embargo, si reconsidera su actuación dentro de las siguientes 36 horas, el artículo 452 establece que la pena no aumentaría, sino que solo tendría “efectos disciplinarios”.

Según el numeral 451, la condena adicional por fugarse disminuiría a la mitad si se presenta dentro de los tres meses siguientes, o sea a más tardar el 1 de enero de 2020. De esta forma, la pena total podría quedar entre 17 y 19 años y medio.

Los encargados de vigilarla perderían su puesto y ser multados, pero también podrían terminar en la cárcel por entre 32 y 72 meses (2,6 y 6 años), según el artículo 450. A ese tiempo podrían sumarse 80 y 144 meses (8,8 y 16 años) si son encontrados culpables de favorecimiento de la fuga, incluyendo el agravante de que el tipo de delitos por los que Merlano estaba condenada aumenta su castigo en un tercio.

El abogado de Merlano, Bladimir Cuadro, dijo a Noticias Caracol que “pudieron pasar muchas cosas por su cabeza” para haber tomado la decisión de fugarse, sobre todo viéndose “sometida a una condena importante”. Sin embargo, esto evidentemente muestra que no calculó la repercusión de convertirse en fugitiva el resto de su vida y el aumento de tiempo que esto le representará a final de cuentas.

Para colmo de males, Cuadros agregó que justamente este martes estaba programada una diligencia en la que la exparlamentaria iba a negociar una posible rebaja de pena.

Aída Merlano

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El abogado aseguró que lo más posible es que su escape “sí le afecte para el escenario de colaboración que teníamos previsto con la defensa para obtener una rebaja de pena”, reseñó Caracol Radio.

En ese sentido le sugirió que “confíe en la administración de justicia”: “Como su abogado lo único que puedo hacer es insistir en la batalla jurídica porque yo confío en que hay elementos para que haya una modulación de la sentencia”, concluyó.