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Néstor Rodríguez Carvajal, de 74 años; Richard Adolfo Murillo Varela, de 19 años; y Gildardo Molina González, de 86 años, son las víctimas de muertes autoinflingidas que se registraron entre el domingo y el lunes en la tarde en el Quindío.
El primer caso fue reportado el pasado 20 de agosto a las 5:20 p. m. cuando una mujer de 68 años se comunicó con la patrulla policial del cuadrante del barrio Tigreros de Armenia.
Se trataba de Rodríguez Carvajal que fue encontrado por la mujer en el interior de una casa ubicada en la calle 26A de dicho vecindario. La dama manifestó que horas antes había salido de la casa y cuando regresó encontró al adulto mayor sin vida.
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Cabe señalar que la ciudadana manifestó que no sabía las causas que desencadenaron en el suicidio y la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, llevó a cabo la inspección técnica al cadáver.
14 horas después a la central de radio de la Policía Nacional ingresó una llamada desde el barrio Nuevo Horizonte de Circasia donde ciudadanos manifestaron otro caso similar.
Uniformados adscritos a la Policía Quindío se movilizaron hasta el lugar señalado, carrera 13 con calle 12, y verificaron que efectivamente Richard Adolfo Murillo Varela, de 19 años, se había quitado la vida.
Murillo Varela fue hallado inconsciente y agentes del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, llevaron a cabo la inspección técnica al cadáver, posteriormente lo trasladaron en una unidad móvil criminalística a la morgue del hospital La Misericordia de Calarcá donde expertos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses le practicaron la necropsia.
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Los funcionarios de la Policía Judicial la Fiscalía General de la Nación, FGN, terminaban el informe del suicidio de Circasia cuando llegó una nueva llamada al centro de urgencias de la Policía Nacional que hacía necesaria nuevamente su presencia.
Esta vez se trataba de la muerte de Gildardo Molina González, de 86 años, ocurrida en el barrio Santander de Calarcá a las 3:50 p. m. del pasado lunes festivo. Las autoridades se desplazaron a la carrera 31B con calle 35 de la segunda ciudad del departamento para llevar a cabo la inspección técnica al cuerpo sin vida del adulto mayor.
Las causas no fueron dadas a conocer por la Policía Nacional que ayer entregó el reporte de los 3 suicidios que aumentan la cifra en lo que va del año a 37 casos pasando el umbral del 2022 para esta misma fecha. El año pasado, en total, se registraron 41 suicidios, 19 casos menos que los reportados en el 2021.
Según el boletín de salud mental del ministerio de Salud nacional, la conducta es “una secuencia de eventos denominada proceso suicida que se da de manera progresiva, en muchos casos, e inicia con pensamientos e ideas que se siguen de planes suicidas y culminan en uno o múltiples intentos con aumento progresivo de la letalidad sin llegar a la muerte, hasta el suicidio consumado”, (Cañón Buitrago SC. Citado en la Encuesta Nacional de Salud Mental – ENSM, 2015).
La conducta de muerte autoinflingida se considera un síntoma de un malestar o trastorno emocional o mental y no representa un diagnóstico en sí mismo y, en consecuencia, se debe revisar la presencia de otros síntomas emocionales o comportamentales que en conjunto hagan parte de su diagnóstico, según la Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE, de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1993), del Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM-5) y de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA).
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Un suicidio es desencadenado por múltiples factores, que pueden ser detectados a tiempo no solo por la persona afectada, sino por su entorno cercano —familiares, amigos, vecinos—, con el fin de tratarlos y mejorar la calidad de vida del individuo.
Las autoridades de salud recomiendan a las personas acudir a un especialista cuando noten cambios negativos en el estado de ánimo o cualquier afectación a la salud mental.
De igual manera, se invita a estar atentos ante posibles señales de alerta en amigos y familiares. Aconsejarlos, escucharlos y brindarles compañía permanentemente.
La línea de atención gratuita en salud mental es la 606 735 99 50, allí hay profesionales dispuestos los 7 días a la semana para atender a las personas que necesiten ayuda o que necesiten ser escuchadas. Recientemente una mujer puso en riesgo su vida por una situación que podría prevenirse.
Esta línea está articulada a un sistema de atención que se activa cuando se detecta una llamada donde se manifiesta la intención de atentar contra la propia vida. Es una ayuda para enfrentar alteraciones en la salud mental y crisis pasajeras.
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