En general, los diarios se muestran cautelosos con los temores que presagian desórdenes y optan por rescatar los motivos de la manifestación.

“Colombia hace un paro nacional para combatir su propio desgobierno”, titula el Washington Post, resaltando el bombardeo en que murieron varios niños en San Vicente del Caguán como la principal motivación, aunque también menciona “los asesinatos a líderes sociales, indígenas y afrodescendientes; el freno en la reducción de la pobreza; el desempleo ahora por encima de un dígito, entre otros”.

El Pais de España, por su parte, escribe: “Iván Duque se enfrenta a un paro nacional que pone a prueba su gestión”, y comenta que “el llamado de los sindicatos coincide con una serie de reclamos sociales y se suma al descontento frente al Gobierno”.

“Manifestantes colombianos esperan canalizar una oleada de descontento”, titula por su parte el New York Times, refiriéndose particularmente al impulso que han tomado las marchas y protestas a nivel latinoamericano, y más recientemente en Bolivia, Chile y Ecuador.

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Sin embargo, el Wall Street Journal no deja de reconocer que existe temor por lo que pueda desencadenarse durante y después de la jornada, titulando “Colombia se prepara para masivas protestas con un ojo en la inestabilidad de Chile”.

The Guardian también se acerca un poco a esta posición, mencionando los antecedentes de países vecinos y señalando que “Colombia cierra sus fronteras intentando contener masivas protestas”.

Dada la creciente inquietud, el diario español dedicó una segunda nota a la zozobra, señalando que “la tensión con las fuerzas de seguridad marca las horas previas a la huelga en Colombia”.